Autobús
Unos 50 aspirantes de nueve comunidades autónomas compiten por hacerse con el galardón tras pasar una serie de pruebas teóricas y prácticas
Todos ellos son profesionales del sector y nadie duda de su capacidad para conducir, a diario, los autobuses en los que trabajan. Pero 50 de ellos quieren ir a más: ansían convertirse en el mejor. "Es una prueba que exige mucha concentración porque, aunque estamos acostumbrados a conducir, no con tantos ojos mirándonos, ni pasando tremenda cantidad de pruebas", explica Edgar, uno de los participantes que ya ha terminado el examen.
En un circuito, y en dos vehículos de doce metros de longitud, muestran sus habilidades ante la atenta mirada de los examinadores y los jueces. "Están todos mu nerviosos y nosotros tratamos de tranquilizarles, aunque no es fácil llevándonos dentro del autocar con ellos", dice uno de los que se encarga de puntuar a los participantes.
Entre otras pruebas, llama la atención una de ellas: llevan un plato en el salpicadero del vehículo, con una pelota de tenis dentro, y si cayese supondría que se les restarían todos los puntos. "Esto me daba un poco de miedo, pero lo peor es el slalom", dice Manuel al terminar el test.
Y lo comprobamos al subirnos al vehículo de Ofelia, una de las diez mujeres que se han apuntado al certamen, los nervios a flor de piel, difícil para ella y también para quien ofrece la imagen. "Dios mío, qué nervios he pasado con el slalom hacia atrás", se lamenta entre risas. Lo cierto es que no ha tocado ni un solo cono, con lo cual el resultado es satisfactorio.
Se busca la suavidad en la conducción, que se calcule la circulación por un paso estrecho, el aparcamiento lateral y la prudencia. "Es lo que hacemos día a día pero llevado al extremo", dice Edgar.
De entre todos ellos saldrá el mejor conductor de autobús de toda España. ¿Y qué gana? El reconocimiento de ostentar ese primer puesto y, por supuesto, el aplauso de sus compañeros. Tras tres días de pruebas, de nervios y de convivencia entre todos los profesionales del sector, llega el momento del veredicto.