10 MILLONES PARA CENTROS DE EMERGENCIA
Las medidas de seguridad 'post-Fukushima' que están aplicando las nucleares españolas tendrán un coste final de unos 30 millones de euros para cada una de ellas, de los que más de 10 millones corresponden a los nuevos centros de emergencia.
En rueda de prensa, el presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Ramón Torralbo, ha subrayado el "esfuerzo, gran trabajo" y elevado coste que está implicando la puesta en marcha del "paquete post-Fukushima", que ha estimado de media en torno a los 30 millones por reactor y cuyo desembolso será en un periodo de varios años.
En parte, la cantidad depende de la ubicación de los reactores, ya que "no es lo mismo una planta que no tiene riesgo desde el punto de vista sísmico a otra en una situación geológica más compleja". Una de las inversiones más costosas es la construcción de los centros alternativos de gestión de emergencias, cuya finalización se prevé para el próximo año, ha añadido Torralbo.
Este tipo de instalaciones, una exigencia del organismo regulador europeo de energía nuclear derivados de la catástrofe de Fukushima, se ubican fuera de las centrales de la planta nuclear, pero dentro del recinto, ante una hipotética emergencia que no pueda ser atendida desde el control principal.
Además, las plantas han incorporado "equipos portátiles independientes de los sistemas de generación, tanto eléctricos como de bombas diesel", con capacidad para atender situaciones extremas en circunstancias en las que todos los sistemas redundantes fallaran.
En 2011, el terremoto y posterior tsunami en Fukushima provocó la desconexión del sistema de refrigeración y dejaron inoperativo el suministro eléctrico de emergencia. Según Torralbo, "fundamentalmente se están implantado muchas mejoras en el área operativa para tratar de imaginar el peor escenario posible y tener respuestas muy flexibles y simples de llevar a cabo", en paralelo a la formación del personal.
También se ha trabajado mucho en el tema estructural en caso de terremotos e inundaciones, "reforzando muchas estructuras y soportes". Además de las medidas "post Fukushima", las nucleares españolas han continuado con su proceso de actualización tecnológica, con un coste de unos 40 millones de euros de euros por reactor y año.
Según la Sociedad Nuclear Española, el parque nuclear español en 2015 ha tenido un comportamiento seguro y viable, evitando la emisión a la atmósfera de más de 40 millones de toneladas de CO2.