CAJAS DE AHORRO ESPAÑOLAS

El Banco de España revisa ya los planes de las cajas para reforzar su capital

CatalunyaCaixa, Banco Base y Novacaixa Galicia han decidido pedir dinero público para mantenerse a flote. Una cuarta, Unnim, se lo está pensando. El Estado no les prestará dinero. Se lo dará a cambio de acciones, convirtiéndose en copropietario durante cinco años.

El Banco de España cuenta ya con los planes de viabilidad remitidos por las cajas y bancos que necesitan reforzar su capital, con el fin de decidir en los próximos quince días si exige modificaciones o aprueba la estrategia planteada por las entidades. Sólo con las propuestas de CatalunyaCaixa y el Banco Base, que seguirá estando liderando por CAM y Cajastur, el Estado tendrá que aportar 3.165 millones a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y se convertirá en accionista de estas dos entidades por un máximo de cinco años.

El Estado tendrá derecho a ocupar varios asientos en los consejos de administración de estas instituciones, que no podrán tener más de quince representantes, y según informaron fuentes financieras ya hay seleccionados varios expertos para ocupar esas funciones. Pero la inyección de capital público superará claramente los 3.165 millones de euros con la aportación a NovacaixaGalicia de una parte de los 2.622 millones que necesita y no consiga alcanzar a través de un acuerdo con inversores.

La fusión de las cajas gallegas confía en minimizar la inyección de capital del Estado, al igual que pretende hacer Unnim, quien ha confirmado que busca una alianza con otro grupo financiero para cumplir con los nuevos criterios de solvencia. Tal y como explicó el socio responsable de Sector Financiero de KPMG en España, Francisco Uría, acudir al FROB fue una opción que ganó adeptos a medida que pasaron los días y servirá para determinar el valor de las entidades.

La inyección de dinero público marcará un precio más justo que el que podrían estar dispuestos a ofrecer los inversores en este momento y facilitará que en un futuro encuentren mejores ofertas, argumentó Uría. No obstante, propuso facilitar la salida del Estado como accionista de una entidad ofreciendo a los potenciales compradores esquemas de protección de activos. Al margen de las cuatro entidades citadas, las otras cajas o grupos formados por estas instituciones que deben reforzar su capital son Bankia, Banca Cívica y Mare Nostrum. Bankia, el banco encabezado por Caja Madrid y Bancaja, propuso su salida a bolsa como su primera opción.

Los expertos aseguran que es la mejor posicionada para salir airosa de una operación de este tipo y su éxito marcará el camino para las demás. A pesar de que con 1.795 millones alcanzaría los nuevos niveles de solvencia, Bankia podría colocar cerca de 3.000 millones en su debut bursátil. Por su parte, Banca Cívica, que requiere 847 millones, y Banco Mare Nostrum, al que le hacen falta 637 millones, plantearon también al supervisor como opciones principales su debut bursátil o un acuerdo para colocar al menos un 20 por ciento de su capital entre inversores privados.

La otra caja que necesitaba capital, según los datos difundidos por el Banco de España, era Caja España-Caja Duero pero esta entidad no era necesario que enviara al supervisor un plan para reforzar su capital ya que mantiene negociaciones para integrarse en la malagueña Unicaja. En cuanto a los bancos tradicionales, Barclays, Bankinter, Deutsche Bank y Bankpyme son los que presentan un déficit de capital. Exactamente, 1.075 millones de capital, que cubrirán con las aportaciones de sus matrices o por la emisión de bonos convertibles en acciones.

El Gobierno endureció los criterios de solvencia de la banca española para recuperar la confianza de los mercados y facilitar la financiación, aunque el líder del PP, Mariano Rajoy, afirmó que la eventual presencia del Estado en el accionariado de algunas entidades "no le parece lo más adecuado" para que vuelva a fluir el crédito a familias y empresas.

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