AJUSTES EN LA SANIDAD CATALANA

Mas justifica sus recortes "impopulares" frente a algunas voces "hipócritas"

Mas ha salido en defensa de la "transparencia" de su Govern al explicar abiertamente desde el principio la dureza de sus ajustes.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha justificado su política de austeridad y de reducción del gasto público, que incluye algunas medidas "impopulares" pero que se ve obligado a aplicar por "responsabilidad", frente a algunas voces "hipócritas" que critican al Govern sin ofrecer alternativa viable.

El grueso de su discurso de 27 folios, de casi hora y media lo ha dedicado Mas a repasar las iniciativas emprendidas por el Govern en sus primeros nueve meses de actividad, centradas sobre todo en poner en orden las finanzas de la Generalitat en plena crisis económica.

En un calculado gesto de austeridad también en las formas, Mas ha dado la instrucción al grupo parlamentario de CiU de no aplaudir al finalizar su discurso, con una voluntad de remarcar la gravedad del momento y por respeto a las personas que peor lo están pasando, han explicado fuentes próximas al presidente catalán.

"Sólo haciendo muy bien el trabajo y no rehuyendo ninguna responsabilidad, por difícil o impopular que sea, sembraremos las semillas que nos permitirán recuperar primero la credibilidad y con posterioridad el camino del crecimiento", ha señalado. En países como la Suecia de los años noventa o la Alemania de Gerhard Schroeder, se tomaron decisiones "impopulares pero necesarias" y ahora son naciones "más fuertes".

Mas ha salido en defensa de la "transparencia" de su Govern al explicar abiertamente desde el principio la dureza de sus ajustes, a riesgo de que "determinadas minorías lo pudieran utilizar de manera demagógica": "La situación actual requiere sacrificios y no permite demasiado lucimiento. Lo sabemos y lo asumimos".

En un mensaje a la oposición, ha remarcado que superar esta "dura realidad" es "tarea de todos, de los que gobernaron hasta hace poco y de los que gobernamos ahora". Mas ha hecho un "llamamiento a la responsabilidad de las fuerzas políticas", pero ha matizado que "no hay que confundir la búsqueda del consenso con la inacción", porque "la alternativa a la no actuación es la intervención desde fuera".

El presidente catalán ha advertido: "El alto sentido del deber que inspira la actuación de este Govern hace que no nos tiemble la mano a la hora de tomar decisiones, por complicadas o comprometidas que sean". También ha lanzado un mensaje a las voces más contrarias a los recortes: "No se puede confundir la crítica con las actuaciones hipócritas de aquellos que conocen perfectamente la situación en la que nos encontramos y que prefieren actitudes destructivas en lugar de trabajar conjuntamente".

Pese a que su política de austeridad "necesaria, obligada e inaplazable" ha cosechado "críticas y protestas sonoras" desde determinados ámbitos, según Mas, "también cuenta con la comprensión y aceptación silenciosa de gran parte de la población".

Mas ha recordado que en juego está la "sostenibilidad" del Estado del Bienestar y, en este sentido, ha expresado su agradecimiento a los maestros que "han destinado una hora más del total de sus horas laborales en las aulas", así como a los médicos, a quienes ha pedido "máxima implicación y colaboración" en este momento de crisis.

Buena parte de su discurso se ha centrado en repasar su lista de prioridades: reactivación económica y creación de empleo, reforma de la negociación colectiva y del mercado de trabajo, lucha contra el fracaso escolar, reforma de la formación profesional, universidad e innovación, sanidad, políticas sociales, reducción de la burocracia, aplazamiento temporal de las inversiones en infraestructuras, las políticas de seguridad, cuestiones identitarias y pacto fiscal.

En cuanto a la polémica lingüística, ha garantizado que defenderá el "estatus jurídico, social y nacional de la lengua catalana ante los ataques que se le puedan hacer", reclamando la "complicidad de la sociedad civil".

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