Pobreza energética
El número de afectados por la pobreza energética aumentó en España en medio millón de personas en el último año. Al terminar 2018 (el dato acaba de publicarlo Eurostat) el problema afectaba en España al 9,1% de los hogares. Equivale a 4.200.000 personas con dificultad para mantener sus casas a una temperatura adecuada. Eran el 8% un año antes, en un país menos poblado, con lo que el número de afectados se quedaba en 3.700.000.
Las cifras preocupan
Las cifras preocupan y mucho. Ya que la proporción es el doble en los hogares habitados por un solo adulto con niños a su cargo: uno de cada seis no puede calentar bien su vivienda, cuando hace justo un año la proporción era de uno de cada siete.
La temperatura óptima para una vivienda, según la OMS, está entre los 18º y los 21º grados, aunque 5,1 millones de personas no disponen de recursos necesarios para ello. Son las conclusiones de un estudio de ACA (Asociación de Ciencias Ambientales) y Essaylamba.com, titulado “Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética”.
Además, 1,2 millones de españoles emplean el 20% de sus ingresos en el pago del recibo eléctrico, y nada menos que 3,2 millones no pueden pagar sus facturas a tiempo.
Detrás del fenómeno de la pobreza energética no se encuentra solo el paro, sino también la precariedad laboral y el elevado coste de la electricidad en nuestro país, aunque el fenómeno no es exclusivo de España, y afecta al 9,4% de la población europea.
Menos bono social
Con un problema de insuficiencia energética al alza la protección social a los menos favorecidos estaba a la baja. Hace un año, en octubre de 2018, apenas 800.000 hogares se beneficiaban del bono social eléctrico. Acababan de perderlo 1,6 millones de hogares. Por el cambio del sistema, que excluyó las viviendas con menos de 3 kw de potencia eléctrica que antes se beneficiaban de un descuento de forma automática. Y por la desinformación de una parte de las familias que tenían derecho, que no habían solicitado la renovación a tiempo.