Trabajadores calor
Cada año los veranos son más largos y quien más lo sufren son las personas que trabajan al aire libre.
Solo en la primera semana de agosto han fallecido más de 500 personas debido a factores relacionados con el calor. Además, en lo que llevamos de verano, más de 1.000 personas han fallecido por estas mismas circunstancias.
Cada año los veranos son más largos y quien más lo sufre son las personas que trabajan al aire libre; algunos de los más afectados son los operarios de limpieza, los dedicados a hostelería, el personal de obras o los guías turísticos.
Desde el pasado año está regulada la prevención para trabajar a elevadas temperaturas. Es más, en 2023 fallecieron en nuestro país 3.009 personas, y en 2022 fueron 4.789, según el Centro Nacional de Epidemiología, Instituto de Salud Carlos III Madrid.
El Real Decreto-ley 4/2023 modificaba al 486/1997 por el que se establecían las disposiciones mínimas de seguridad en los lugares de trabajo; en el último se añade la disposición sobre condiciones ambientales.
En éste nuevo decreto se regularizan las temperaturas, que deben estar entre los 17 °C y los 27 °C y los 14 y 25 °C dependiendo del lugar ambiente para trabajar. También se establecían los límites relativos a la humedad en determinadas condiciones.
Carmen García, socia en Celtibérica Abogados, ha explicado que "con el tema climatológico no había nada regulado en nuestro país". Sin embargo, a pesar de que suponga todo un hito y un avance en España, sigue sin ser suficiente.
La ley tiene lagunas y la responsabilidad recae sobre el empleador. La abogada es rotunda acerca de lo establecido el Decreto: "Que el empleador deberá, que el empleador valorará, el empleador modificará, podrá modificar, pero, insisto, no dicen nada en relación a los puestos de trabajo".
Beber agua, buscar la sombra o no salir a la calle en las horas de más calor son medidas insuficientes para abordar el problema de los trabajadores que trabajan al aire libre.
El 2024 está siendo el segundo verano con más muertes ocasionadas por las altas temperaturas en toda una década, detrás del de 2020. Las olas de calor, que comenzaron el 18 de julio, han elevado notablemente la mortalidad.
Además, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) calcula que, entre 2015 y 2023, un total de 21.800 personas murieron por las altas temperaturas.
Las cifras de muertes de este agosto han aumentado un 471% respecto al 2023. Este grueso de muertes atribuidas a las elevadas temperaturas no incluyen únicamente golpes de calor y deshidratación, sino que en gran parte se deben a la exacerbación de enfermedades previas, tales como las del sistema circulatorio, las respiratorias o las degenerativas.
A pesar de estos alarmantes datos, en España siguen muriendo más personas por las bajas temperaturas, que registran una media de 3,5 defunciones diarias durante las olas de frío, en contraposición a los tres fallecidos en olas de calor.
Aun así, los expertos han advertido acerca de que esta posición podría cambiar en el futuro debido al cambio climático, al que España es "especialmente vulnerable" debido a su situación geográfica.
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