Opinión Mari Luz Rodríguez
Mari Luz Rodríguez, profesora titular de Derecho del trabajo y la Seguridad Social en la Universidad de Castilla-La Mancha, analiza las cifras de alumnos que estudian carreras vinculadas a Ciencias, Matemáticas, Física y Tecnología, y por qué en ellas cada vez hay menos mujeres. Esta es la exposición que mantuvo durante un encuentro digital organizado por la Fundación Alternativas para hablar de Políticas públicas, sociales y fiscales para las sociedades digitales.
"El primer elemento que hemos detectado es que nuestro número de alumnado, sin hablar de sexo, que estudia estas carreras, está en tabla rasa. Sorprende dado que la transformación tecnológica se está acelerando en nuestro país y tendríamos que plantearnos por qué.
Las empresas que utilizan tecnología reflexionan si puede deberse a que se ha 'comodificado' este tipo de profesiones, lo que abriría una reflexión importante sobre cómo son este tipo de trabajos y qué condiciones tienen.
Nos hemos dado cuenta de que, aunque estamos en tabla rasa, cada vez hay menos chicas estudiando estos grados, sobre todo Ingenierías. ¿Por qué las mujeres jóvenes no estudian estas carreras? No encaja pensar que son carreras absorbentes y con gran carga de trabajo, porque las chicas son mayoría en el sector sociosanitario. La profesión médica es muy exigente en términos de horarios y de ritmo. Tenemos que buscarlo en otra dirección.
Probablemente no tenemos referentes de mujeres tecnólogas, pero es verdad que a partir de los 4 años se produce un estereotipo muy alto entre chicos y chicas: los chicos construyen y las chicas cuidan. Eso, a pesar de los avances en igualdad. Hay que combatir el estereotipo en las familias y también en las escuelas, porque es ahí donde las chicas dejan de estudiar matemáticas aunque tengan una inteligencia probada para ello.
Si los puestos de trabajo mejor valorados en la escala social y económica son los asociados con la tecnología y las mujeres no estudian tecnología, no ocupan esos puestos. Una brecha que empieza en el sistema educativo se replica en el mercado de trabajo y en las diferencias salariales. De ahí que estemos previniendo que la brecha salarial, que hoy ya es alta, pueda agrandarse según avanza la transformación tecnologica".