NO QUIEREN SER RECOLOCADOS EN OTRAS PROVINCIAS
La dirección de Vestas ha trasladado a sus empleados el comienzo de un ERE en la planta de León. Era lo que los trabajadores han tratado de evitar toda la semana. Miles de personas han recorrido este jueves las calles en señal de protesta para tratar de evitar que cientos de familias se vean afectadas por el cierre de la planta.
Los trabajadores llevaban días viviendo en tiendas de campaña en un polígono industrial. No quieren ser recolocados en otras instalaciones de Vigo o Ciudad Real. El gobierno también ha intentado evitar el cierre y convencer a la multinacional danesa para que se quede en León.
Denuncian que habrían utilizado fondos europeos para generar actividad económica en terceros países. Los trabajadores aseguran que la empresa es rentable y que el año pasado ganó cerca de 900 millones de euros.