NUEVAS PROTESTAS EN LA CALLE
Luis Alfonso lleva 25 años dedicándose a la ganadería y a la producción láctea y afirma que nunca ha cobrado tan poco por la leche de sus ovejas. "Hace cuarenta años que vine a este pueblo y cuando mi padre trabajaba en esto nos pagaban cien pesetas por el litro", recuerda.
Ahora producir un litro le cuesta hasta 85 céntimos, pero lo que luego recibe por ese litro son 65. "Al final el que paga el pato somos los de abajo, el productor", afirma. Denuncian también que los precios finales al consumidor llegan, a veces, a triplicarse.
"La leche de vacuno, por ejemplo, se compra a 33 céntimos y luego la podemos ver ofertada al consumidor por un euro o euro y pico", se quejan.
Les pasa a los ganaderos y, aseguran, a los agricultores. Con las cerezas, con las sandías o también con las aceitunas. Cada litro cuesta 70 céntimos y pagan por él 60, aseguran que así no hay manera de vivir de la producción.
Esta situación, denuncian, hace que muchos ganaderos tengan que abandonar el trabajo en el que llevan toda la vida.