DESACELERACIÓN ECONÓMICA
Un gobierno en funciones, muchas políticas importantes para los ciudadanos bloqueadas, unas posibles elecciones y de fondo unos indicadores que anticipan un empeoramiento de la situación económica.
Ya empiezan a verse los primeros síntomas de desaceleración en nuestra economía como por ejemplo el paro. La cifra de agosto ha sido la peor en los últimos 9 años.
También da señales de alarma la industria que ha entrado en recesión por primera vez desde 2013.
A su vez preocupa el gasto: las compras que hacemos, porque la confianza de los consumidores ha caído hasta niveles que no se veían desde 2014.
Tampoco hay que olvidar el contexto internacional que no ayuda. No solo por el miedo al 'brexit' sino porque ya hay países europeos estancados. De hecho, Alemania, el motor económico de la unión, está al borde de la recesión.
¿Qué soluciones hay ante estos indicadores de desaceleración de la economía?
El Banco Central Europeo acaba de lanzar un balón de oxígeno con el que mantendrá los tipos de interés en mínimos, comprando más deuda pública y cobrando más a los bancos para que muevan el dinero para intentar frenar lo que los expertos ya están avisando: una nueva crisis.