LOS MÁS LUJOSOS DEL MUNDO
Un aeropuerto es por norma general un lugar de paso, donde algunos duermen, otros corren con carritos llenos de maletas y donde se ven todo tipo de escenas.
Mientras se espera al vuelo deseado, algunos aeropuertos ofrecen infinidad de actividades, aunque de momento son pocos los que tienen este tipo de servicios.
Un ejemplo es el aeropuerto de Singapur, donde un diseño futurista con jardines y cascadas recibe a los viajeros, que no tienen tiempo para aburrirse. Dentro de las instalaciones hay hasta una sala de cine y si el vuelo se retrasa, la espera se puede hacer más corta disfrutando de un baño en la piscina.
El de Singapur no es el único con piscina. También en el de Qatar los turistas se pueden refrescar por un precio de 45 euros. Pero además se puede disfrutar además de un jacuzzi e incluso pedir una cama para descansar en cápsulas que te pueden aislar completamente del ruido.
Mientras, en Hong Kong se puede jugar al golf y en Seúl se puede patinar sobre hielo.
Duchas, saunas y grandes eventos completan la oferta que se puede encontrar en algunos de estos aeropuertos. Con esto, es normal que hay quien prefiera quedarse en tierra antes que coger el vuelo.