El presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha asegurado en Espejo Público que la reforma laboral es un buen primer paso para empezar a generar empleo. "Va en la buena dirección porque mejora la contratación y da flexibilidad interna para que el despido sea el último de los recursos", afirma.
"No hay vencedores ni vencidos, gana el empleo"
Además ha destacado que, si bien es muy difícil que en el corto plazo se empiece a creear empleo neto, tal como prevé el Gobierno, sí se ha producido un aumento en la contratación y las solicitudes en las oficinas de la Federación que preside han aumentado notablemente.
Amor cree que uno de los problemas fundamentales de la normativa laboral era la rigidez y sostiene que ahora, el empresario tendrá más disposición para contratar. "La sobreprotección laboral genera precariedad en el empleo. Cuanto más caros sean los costes laborales, habrá más precariedad y eso es malo", afirma.
Acerca de la movilización convocada este domingo por los sindicatos y que fue secunfdada en Madrid por 500.000 personas según fuentes de UGT y CCOO, el presidente de ATA asegura: "La protesta es por el descontento sobre una reforma que ellos no quieren porque estaban más a gusto con las normas que tenían antes. La reforma no tiene que contentar ni a patronal ni a sindicatos sino a los cinco millones de parados".
"Mientras más caros sean los costes laborales, habrá mas precariedad"
También ha hablado sobre la situación de muchos pequeños empresarios a los que las Administraciones no pagan sus deudas y asevera: "El 97% de los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas incumplen la ley de morosidad".
El presidente de ATA avanzó que a partir de marzo, los autónomos dejarán de pagar el IVA por adelantado y lo harán después de cobrar la factura, según le informó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en un encuentro durante el Congreso Nacional del PP celebrado este fin de semana en Sevilla.
Por último, Amor ha señalado que la nueva reforma se acerca más a las normas en vigor en Alemania, donde la tasa de paro es muy inferior a la española, y destacó la necesidad de una normativa que contemple las diferencias de negociación en una gran multinacional que en una pequeña empresa de menos de 50 trabajadores.