Lidl
Este producto de Lidl marcó un antes y un después para muchos clientes y el supermercado ha decidido volver a venderlo a través de su página web.
A cualquiera que le digan que los alimentos fritos pueden ser sanos, no se lo cree. Pero si de casualidad se han hecho con una freidora sin aceite, la cosa cambia. Por ese motivo, cuando Lidl lanzó este producto, se convirtió en el electrodoméstico estrella que muchos querían tener en su casa. Y ahora, la cadena ha querido hacer realidad los sueños de muchos clientes que se quedaron sin ella y ha puesto a la venta la freidora sin aceite en su página web.
A un simple 'clic', este producto estrella podrá estar en la estantería de la cocina - a la espera de un par de días en lo que llega - de cualquier hogar. Lidl ya vende online la freidora sin aceite que, por algo más de 50 euros, nos harán disfrutar de unas buenas croquetas, patatas, pollo crujiente o calamares sin pensar en las calorías que estamos ingiriendo.
Hace unos meses, cuando el electrodoméstico comenzó a venderse, las colas frente a los supermercados para conseguirlas eran visibles en buena parte del país. Se había convertido en uno de los productos más exitosos del mercado. Y no es para menos porque, quien la ha probado, asegura que es una de las freidoras sin aceite más completas que existen. Y sus características respaldan estas opiniones.
¿Qué ofrece la freidora sin aceite del Lidl?
El aceite se sustituye por aire caliente. El aire, por ahora, no engorda, por ese motivo se vende como un producto que destaca entre los demás. Con una capacidad de 3,2 litros (raciones que dan de sí, al menos, para toda una familia), un lavado sencillo (que además permite introducirse en el lavavajillas) y una peculiar forma que permite desmontarse fácilmente, la freidora estrella del Lidl causa furor. Además, su precio, lo pone más fácil entre los indecisos: cuesta 54,99 euros Lidl.
Si con esto la compañía aún no había conseguido convencer a alguien, el electrodoméstico dispone de un temporizador de 30 minutos que permite que el cocinero no tenga nada más que hacer que mirar como pasa el tiempo. O, para los que son de aprovechar su día al máximo, realizar otras tareas en lo que se prepara un manjar que nunca antes había sido tan saludable como hasta ahora.