San Valentín
Los hoteles, casas de turismo rural y otros alojamientos de Galicia se lamentan por el escaso número de reservas con las que cuentan para este fin de semana, en el que se celebra San Valentín. Es una cita muy importante para ellos desde el punto de vista económico, pero este año se ve lastrado por las férreas restricciones adoptadas para reducir el número de contagios por coronavirus.
El cierre perimetral provoca un aluvisón de cancelaciones
La medida que más les afecta es el cierre perimetral por ayuntamientos que rige en toda la Comunidad gallega y que impide entrar o salir de cada municipio sin una causa justificada. Esto está provocando "hasta veinte cancelaciones en una hora", lamenta Manuel Lema, propietario de Cabañitas del Bosque, un alojamiento formado por cabañas en los árboles, ubicado en Outes (A Coruña), y que suele estar muy concurrido en estas fechas.
En noviembre ya tenía todas las cabañas reservadas, pero conforme se acercaba el día y las restricciones iban en aumento, los clientes han tenido que cambiar sus planes, llegando incluso a cancelar el 90 por ciento de las reservas. En años anteriores, por San Valentín "había una enorme lista de espera, pero este año sólo tenemos clientes del municipio, que sí pueden venir, y otros clientes que cuentan con salvoconductos para poder desplazarse", explica Lema.
Medidas de seguridad extremas frente a la covid-19 en los hoteles
Para hacer más segura la estancia, desde hace más de un año han puesto en marcha un sistema de check-in que permite al cliente acudir al alojamiento, estar hospedado y marcharse sin tener ningún tipo de contacto con nadie, lo que repercute en una mayor seguridad.
La situación se repite en otros establecimientos, que ven como van superando fechas que tenían señaladas en sus calendarios sin poder recuperar un mínimo de normalidad. En el caso de las Cabañitas de Outes, están apreciando un fuerte incremento de bonos regalo. Muchos optan por regalar por San Valentín una estancia en este lugar idílico, para poder disfrutar en un plazo de año y medio. "Actualmente tenemos unas 4.000 reservas paradas, a las que esperamos poder dar salida en cuanto la situación nos lo permita", concluye el propietario.