Coronavirus
La pandemia global por coronavirus obligó a muchos países a decretar medidas de seguridad y prevención para hacerle frente.
Tras las restricciones establecidas, han sido muchas las naciones que han registrado un descenso en el número de nuevos casos, lo que ahora les ha permitido flexibilizar la normativa de distanciamiento social. Sin embargo, dicha relajación ha ido acompañada de medidas que dificultan la entrada de extranjeros en el territorio, para evitar los llamados casos importados.
La Comisión Europea ha pedido que las restricciones se basen en criterios epidemiológicos y científicos para evitar cualquier tipo de discriminación, al no existir una norma común sobre la que regirse.
En el caso de España, el Gobierno ha anunciado que a partir del próximo viernes las personas procedentes de otros países deberán someterse obligatoriamente a una cuarentena de 14 días. Esta medida también la han impuesto ya o piensan hacerlo, otros estados miembros como Italia o Bélgica.
Reino Unido seguirá los mismos pasos e iniciará este miércoles la desescalada, con la vuelta al trabajo del sector de la construcción y de manufactura, aunque en Londres solo permitirán entrar sin confinarse a franceses e irlandeses. París, por su parte, salva del confinamiento a los británicos, los ciudadanos de la Unión Europea y del espacio Schengen.
Algunos países han ido más allá, y cerraron sus fronteras en el mismo momento que llegó la pandemia. Como hizo Dinamarca, que ha asegurado este martes que la epidemia por Covid-19 está controlada en el país y ha descartado rotundamente la posibilidad de una segunda ola.
Pero en Alemania, por ejemplo, varios estados federados fronterizos apremian para que se flexibilice la cuarentena de los viajeros, mientras algunas regiones aceleran sus planes para acoger turismo nacional o internacional. No obstante, actualmente el país obliga a todos los turistas a cumplir una cuarentena de 14 días, aunque se prevén algunas excepciones para quienes hayan estado menos de 72 horas fuera.
En cambio, en Austria solo se podrá entrar si se está sano o se hace un test en el aeropuerto. Y en Holanda únicamente obligan a confinarse a los que vuelen desde países con alta infección.
Pero la llegada del verano apremia y el turismo se halla en una difícil situación. Para solucionarlo, España, Italia, Alemania y Francia diseñan fórmulas para que la afectación en el sector sea lo menor posible. Y París y Londres incluso, ya han pactado un puente aéreo sin restricciones. Idea que propusieron inicialmente Australia y Nueva Zelanda, para crear una burbuja libre de Covid. Alemania también propone volar a Baleares.
En cambio, es probable que el continente americano quede excluido de momento de los planes de viaje, al haberse convertido en el foco infeccioso más grave de la pandemia tras superar a Europa en número de casos. "América va definitivamente por delante en la pandemia por el número de casos y hay muchas muertes que están ocurriendo", explicó una de las portavoces de la OMS, Margaret Harris.
Asimismo, otros países como China utilizan códigos QR en los pasaportes de los pasajeros para demostrar su inmunidad.