LO ESTUDIA UN PROYECTO EUROPEO
Es una imagen por la que ya muy pocos se sorprenden, aunque no es lo mismo verlo que vivirlo. Soltar el pie del acelerador y olvidarnos para siempre del volante podría estar más cerca que nunca.
Atrás quedan los circuitos cerrados al tráfico, ahora los coches sin conductor tendrán que enfrentarse a atascos, obras en mitad de la carretera o la lluvia.
Hace tan sólo unos meses, Uber se lanzaba a la aventura con su primer vehículo autónomo circulando en plena ciudad. Pero no son los únicos. En Singapur, quien decida subirse a un taxi podría llevarse una sorpresa.
París, Lisboa y Madrid serán las siguientes de la mano de una multinacional con marca española. ¿Qué pasaría si por delante se cruza un peatón? ¿o si nos encontramos con un accidente? El objetivo es que el coche sea capaz de anticiparse a estos eventos.
Por eso, en 2018 podremos ver un coche autónomo en el carril VAO de la capital. La tecnología está a punto, preparada para un futuro cada vez más cercano, en el que las ciudades serán cien por cien inteligentes y todos los coches irán sin conductor.