Coronavirus
Uno de los sectores más afectados en nuestro país por la pandemia de coronavirus es el turístico. Las pérdidas, solo este verano, podrían superar los 40.000 millones de euros.
A esto habría que sumar los 30.000 millones que ya ha dejado de ingresar el sector -de enero a mayo- por el estado de alarma. En total, se espera que las pérdidas anuales superen los 83.000 millones de euros.
Tanto el descenso del turismo internacional como el miedo de muchos españoles a viajar por los rebrotes están detrás de esa cifra devastadora para el sector. Se prevé que la llegada de extranjeros disminuya casi un 70%. De hecho, la ocupación hotelera media en España se sitúa en torno al 30%.
Ahora que se reactiva mínimamente el turismo en nuestro país, se buscan actividades de ocio en espacios abiertos. Las empresas de turismo activo también se han tenido que adaptar con normas, que a veces son complicadas de mantener. Practicar parapente con mascarilla, hacer rápel guardando la distancia de seguridad o submarinismo, desinfectando los trajes de buzo. Tras el confinamiento, ha crecido la demanda de este tipo de actividades.
Incertidumbre por el impacto de la mascarilla
La mayoría de las comunidades autónomas ya ha implantado el uso obligatorio de mascarillas, lo que ha provocado que entre el sector turístico haya muchas reticencias a esta medida, ya que temen que frene la llegada de viajeros.
En un verano ya complicado por la pandemia de coronavirus, ahora se suman estas nuevas medidas. Los hoteleros temen que se penalice a las comunidades que imponen mascarilla también en la playa, como ha hecho Andalucía.