A PESAR DE QUE SE HAN DEPRECIADO
El coste de las licencias de taxi, objeto de un intercambio complejo, ha bajado considerablemente desde la aparición de las nuevas fórmulas de transporte de viajeros en vehículos con conductor. Casi han descendido a la mitad de precio, pero todavía son mucho más caras que las de VTC, lo que hace que se amorticen a más largo plazo.
Las licencias de Uber o Cabify, por el contrario, cuestan entre 30.000 y 60.000 euros, y esto en el mercado de 'segunda mano' por la falta de nuevas autorizaciones.