UN DERECHO NO UN PRIVILEGIO
En España hay un millón de personas con sordera, pero sólo quince mil lleva un tipo de implante capaz de devolver la capacidad de escuchar. Es una técnica milagrosa, pero poco extendida.
Su eficacia está comprobada, pero su precio es alto. Las familias han pedido en el congreso más subvenciones
Una conversación ordinaria entre madre e hijo es para muchos un privilegio. Álex nació sordo pero gracias a este implante coclear, ahora puede comunicarse verbalmente. Asegura que su sueño es: "Escuchar nuevas palabras, oír más atentamente".
Sin embargo, lograr escuchar no ha sido un camino fácil para Álex. A la intervención quirúrgica le han seguido horas y años de aprendizaje. Hay que educar el oído, aprender a hablar con la ayuda de logopedas, e invertir mucho dinero en algo tan básico como escuchar. Porque aunque la operación es gratuita, su mantenimiento y gastos derivados, no.
Fran es otro afortunado. Lleva un implante desde que era un bebé. Ahora es una parte esencial de su vida, asegura que es como si fuera un órgano más de su cuerpo. Pero no todas las familias pueden hacer frente a sus costes. Por eso, este jueves, varias personas se han reunido frente al Congreso de los Diputados para pedir que los implantes sean asequibles para todos y que el hecho de oír no sea un privilegio.