BELLEZA
El primer bote de laca salió de norteamerica, de Illionois, en 1948. Pronto cruzó el charco y se instaló en el tocador de las mujeres españolas. Ni la lluvia ni el viento podían con ella hasta que aparecieron fórmulas más suaves.
El look natural se imponía aquí, entre nuestras folcloricas y entre las estrellas del celuloide. Pelirrojas, rubias y morenas hicieron del fijador algo imprescindible para conseguir una imagen cómoda y atractiva. 62 años después esta nube de microgotas sigue revolucionando la forma de peinarse.
Pero la laca no sólo ha sido el spray del glamour para las mujeres. Gracias a ella el cantante de Tokio hotel se ha creado una imagen inconfundible. La laca ha llegado incluso a protagonizar películas y anuncios publicitarios de otros productos. Sus usos son infinitos hay quien utiliza la laca para crear esculturas de pelo. En esta reproducción de Gollum se han utilizado 80 botes.
Dejando a un lado estas excentricidades esta claro que en recogidos, cardados o melenas al viento la laca es el producto de las estrellas.