REBAJA LA PREVISIÓN PARA 2017
En su informe semestral de Perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestra para 2016 mayor optimismo que la Comisión Europea, que augura un 2,6 %, pero menos para 2017 (el Ejecutivo comunitario calcula un 2,5 %). La razón es que algunas "fuerzas positivas" como los precios baratos del petróleo y de las materias primas o la política fiscal, que favorecen el consumo en 2016, ya no tendrán el mismo efecto en 2017.
Otro factor que tira del consumo -principal vector de la recuperación en España- es el crecimiento del empleo, que según la organización se traducirá en una reducción de la tasa de paro del 22,1 % de media en 2015 al 19,8 % en 2016 (una décima menos de lo que calcula el Ejecutivo) y al 18,4 % en 2017 (por un 17,9 % del gobierno).
La progresión del empleo en España será en 2016 del 2,9 %, es decir la segunda más elevada de los 34 países de la OCDE, sólo por debajo de Turquía (3 %), pero el ritmo se ralentizará significativamente al 2,1 % en 2017. En ese ejercicio, España continuará estando en el furgón de cola en términos de tasa de paro, ya que su 18,4 % sólo sería superado por el 23,2 % de Grecia, y seguiría muy lejos tanto del tercer país peor calificado, Portugal (11,5 %), como de la media de la zona euro (9,8 %) y más todavía de la OCDE (6,2 %).
Los autores del informe advierten de que, en caso de persistir, la incertidumbre política que se mantiene desde las elecciones de diciembre pesará en los dos factores que componen la demanda: la inversión y el consumo. Otro aspecto de preocupación es el de las cuentas públicas, y a ese respecto, hacen notar que para garantizar que la deuda pública sea sostenible, habrá que mejorar la balanza estructural.
Según sus cálculos, el déficit público que en 2015 se quedó en el 5,1 % del producto interior bruto (PIB), muy lejos por encima del objetivo, bajará al 3,7 % en 2016, como estima el Gobierno, pero la OCDE no coincide con el 2,5 % que se espera para 2017, sino que prevé un 2,7 %.
La consecuencia de todo eso es que la deuda volverá a incrementarse hasta el 100,3 % del PIB este año y sólo caerá muy lentamente, hasta el 100,1 % en 2017, en parte por la inflación, que por tercer año consecutivo volverá a ser negativa este año (-0,5 % de media) antes de pasar a ser positiva el próximo (1 %).