Alerta económica
La propagación del coronavirus podría intensificar una recesión mundial y según afirma el estudio, "ha causado una enorme disrupción económica y un sufrimiento humano considerable". Debilitada por las tensiones comerciales y políticas, la economía mundial es más vulnerable y el COVID19 ha terminado por asestarle un duro golpe.
Estaciones vacías, aeropuertos sin viajeros, fábricas funcionando a medio gas. Es el escenario que ha presentado en su informe la OCDE. Bajo el título "La economía mundial, amenazada" dibuja el escenario económico más adverso, reducir a la mitad en 2020 el crecimiento de la economía mundial, hasta el 2,4%. El organismo para la Cooperación y el Desarrollo Económico hace una clara advertencia: podemos ir a peor.
El efecto del coronavirus sobre la confianza, los mercados financieros, la industria y el turismo frena la recuperación
¿Y cuál sería el peor escenario? Si el brote sigue en expansión en Europa, Asia y Norteamérica, La OCDE afirma que el impacto sería aún mayor: la economía mundial no se frenaría medio punto...sino punto y medio, hasta el 1,4%. "Sería la mitad del crecimiento estimado antes del brote de coronavirus". Si el virus se propaga masivamente en Japón y Europa ambas podrían entrar en recesión "Muchas economías podrían entrar en recesión, entre ellas Japón y la zona euro".
Antes de la epidemia, la actividad ya era baja pero presentaba señales de estabilizarse. Ahora, el efecto del coronavirus sobre la confianza, los mercados financieros, la industria y el turismo ha frenado en seco la recuperación.
Hay luz al final del túnel, la recuperación debería lograrse en 2021
El informe, que revisa los datos publicados en noviembre, afirma que la epidemia de coronavirus frenará significativamente la economía mundial en 2020, ha alterado la vida de las personas y la economía global. La actividad se ha desacelerado dramáticamente en China "la fábrica del mundo" debido a las medidas de contención y las repercusiones negativas a través del turismo, las cadenas de suministro y los productos básicos.
Pero la OCDE también asegura que hay luz al final del túnel, la recuperación debería lograrse en 2021, para cuando la OCDE prevé que la economía se anime hasta crecer al 3,3%, tres décimas más incluso de lo que proyectaba en noviembre. Siempre y cuando “los efectos del brote de virus pierdan intensidad, como se asume”.
Los gobiernos no pueden darse el lujo de esperar. Por eso la OCDE recomienda aumentar los recursos para el sector de la salud y apoyar a los más vulnerables, garantizar el funcionamiento de las industrias afectadas en todo el mundo y coordinar la respuesta sanitaria, el apoyo monetario y fiscal entre todos los países.