Suspensión de ayudas
A Jesús Alcázar no le salen las cuentas. A este biólogo marino el piso en el que vive en Noruega le cuesta 1.200 euros al mes, recientemente tuvo que hacer frente a un pago de 500 euros por estar en un hotel de cuarentena por coronavirus, pagó más de 600 euros porlos billetes de avión, más de 120 euros por una PCR.
Este es solo un ejemplo de los futuros doctores españoles que se ven en una situación económica precaria por la falta de ayudas económicas.
Con la pandemia, las ayudas para viajar llevan casi un año suspendidas y los futuros doctores casi pagan por trabajar.
Las ayudas están pendientes de aprobación y por ahora estos estudiantes están pagando de su bolsillo los gastos. Xandro va a pasar 3 meses en Suecia, es químico y tiene 26 años. Si hace un balance entre gastos e ingresos no le salen las cuentas.
Como ellos, los investigadores predoctorales denuncian falta recursos, salarios bajos y reivindican el derecho a la indemnización cuando se les acaban sus contratos.
Sus sueldos son mileuristas y es bastante difícil tener un proyecto de vida. Muchos lamentan que las empresas se aprovechen de que tienen mucha pasión por investigar.