Coronavirus
Antes de la crisis del coronavirus ya había una generación de jóvenes a quienes les estaba costando mucho abrirse un hueco en el mercado laboral. Sólo encontraban trabajos precarios con sueldos bajos que no les permitían independizarse.
Este parón generalizado en la economía no facilita las cosas, pero ellos no se rinden. Son mucho más que simples cifras, son vidas con nombre propio: Carlos, Paloma, María, Elisa, Fran, Belén, Erica, Diana...
Unos estudian, otros trabajan y otros hacen ambas cosas. A todos, la pandemia del coronavirus les ha parado en seco sus planes. "La palabra con la que lo describo es desesperante", asegura una de ellas.
Que la crisis que llega se califique como la peor de la historia incrementa sus temores. "Que no logremos encontrar un trabajo en nuestro ámbito profesional y que no consigamos adquirir esa independencia económica que necesitamos", lamenta una joven.
Y a pesar de todo, son jóvenes, y no se rinden. Ellas y ellos son el futuro y solo piden una oportunidad para demostrarlo.