EL IMPUESTO al diésel subiría alrededor del 30%.
El objetivo del Gobierno con esta subida es equiparar gradualmente la fiscalidad del gasóil y de la gasolina. El impuesto del primero es de casi 31 céntimos el litro y del segundo, de algo más de 40. Es decir, la carga impositiva al diésel subiría alrededor del 30%.
Aún se desconoce a qué sectores afectaría, pero los autónomos ya hablan de un duro golpe. Calculan que en España hay más de 200.000 autónomos y sus coches son su medio de trabajo: 40.000 taxistas, 20.00 repartidores, agentes de seguros, construcción.
Se pagaría casi seis euros más por llenar un depósito de gasóil con la subida de impuestos. Los bonificados, en principio, seguirían siendo agricultores y camioneros.