El juez aclara a Rato que ya excluyó de su fianza lo devuelto a Bankia

En un auto, el magistrado responde así al escrito en el que el imputado le requería que especificara si los 197.459,48 euros que reintegraron en julio cuatro exdirectivos a Bankia -entre ellos, el propio Rato, que restituyó 54.837 euros- fueron incluidos ya en los 2.585.700 euros en que el juez cifró lo gastado bajo su mandato.

Andreu, teniendo en cuenta el mínimo del 25 % adicional que establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal, fijó en 3 millones la fianza de Rato para cubrir su responsabilidad civil y posibles multas que se le puedan imponer. De esta forma, precisa que la cuantía establecida viene dada por la suma de las cantidades que figuran en el informe de Bankia que destapó el escándalo, en el que se incluía la facturación generada por las tarjetas de los miembros del Consejo de Administración, Comisión de Control, consejeros ejecutivos y directivos de Caja Madrid entre 2010 y 2012 y se excluyeron las cargadas a Bankia.

Para su antecesor, Miguel Blesa, que no ha reembolsado cantidad alguna de los 436.688,42 que cargó a Caja Madrid, y bajo cuya presidencia los exdirectivos y exconsejeros gastaron 12.664.600 euros, el magistrado fijó una cantidad de 16 millones de euros. Según el informe de Bankia, entre 1999 y 2012, 86 exdirectivos y exconsejeros de Caja Madrid cargaron 15,25 millones de euros en sus tarjetas opacas, a los que se sumaban otros 245.000 euros que facturaron a Bankia.

De ese total, esta última entidad ha recuperado los casi 200.000 que sus cuatro exdirectivos -Ildefonso Sánchez Barcoj, Matías Amat, José Manuel Fernández Norniella y el propio Rato- cargaron a Bankia, aunque hubo otros 45.000 euros que también asumió esta entidad por desembolsos realizados por exresponsables de Caja Madrid. Rato y Blesa tienen hasta mañana para hacer efectivas sus fianzas, que el juez les fijó el pasado jueves por "consentir" y "propiciar" el uso indebido de fondos de la entidad mediante un sistema de tarjetas opacas cuyos gastos se contabilizaron de forma encubierta para "evitar" los controles.