Crisis por coronavirus
Lo que hace que tenga éxito en los casos que lleva es su perseverancia y conocimiento de la normativa europea. Adrián Vila ha logrado resoluciones favorables de clientes de toda España, en algunos casos incluso sin necesidad de llegar a juicio con las transportadoras.
El coronavirus ha truncado los planes de vacaciones de muchos españoles prácticamente desde el inicio de la pandemia de coronavirus y ha obligado a cancelar billetes de avión y paquetes turísticos ya contratados con mucha antelación. Si las aerolíneas han sufrido un aterrizaje abrupto en esta nueva realidad, los pasajeros también lo han sufrido, en la gran mayoría de las ocasiones porque se quedaron sin viaje y sin el dinero que habían invertido en él. Muchas veces por comodidad y otras por desconocimiento de sus derechos como usuarios, no han presentado reclamaciones y las compañías se han ahorrado millones de euros.
En este contexto y para defender los derechos de los pasajeros ejerce Adrián Vila, un joven graduado en Derecho que se ha convertido en un experto en este tipo de reclamaciones a transportadoras aéreas y agencias de viajes.
Un trato personalizado
En un momento en el que dominan las gestiones online, algunos consumidores se deciden por reclamaciones a través de formularios que encuentran en páginas dedicadas este tipo de quejas, pero Vila presume de ofrecer un trato personalizado, bien cara a cara o a través de herramientas que han crecido en uso en los últimos tiempos, como son las videollamadas.
El perfil del cliente que contacta con Adrián es el de gente joven que contrató vuelos con compañías de bajo coste, que acostumbran ser más reacias que las tradicionales a la hora de efectuar devoluciones. La intervención del joven vigués ha permitido que, en muchas ocasiones, los usuarios recuperen su dinero con acuerdos previos, sin necesidad de llegar a juicio.
El letrado insiste en que no se acepte el bono de viaje que suelen ofrecer las compañías para futuras compras, ya que al consumidor le corresponde la devolución del dinero, según la normativa comunitaria. Además, insiste en la necesidad de dejar constancia fehaciente de la solicitud de reembolso porque, a menudo, una llamada telefónica no suele ser suficiente para acreditar el contenido de la misma