Trenes
El descarrilamiento del tren de este fin de semana es tan solo el último de una larga lista de incidentes del trasporte ferroviario en España.
El descarrilamiento del tren sin pasajeros entre las estaciones de Atocha y Chamartín que ha provocado múltiples retrasos en la estación es tan solo el último incidente de un año negro para el trasporte ferroviario en España. En los últimos meses, el sistema ferroviario ha tenido múltiples problemas y ha dejado a los usuarios insatisfechos con varios de sus servicios.
El 15 de febrero, una avería en el sistema de señalización entre las estaciones de Barcelona Sants y Plaça de Catalunya generó retrasos en las líneas R1, R3 y R4 de Rodalies. El fallo se detectó a las 6:25 horas y limitó la operatividad en el tramo, reduciendo la frecuencia de trenes para evitar mayores demoras. Los pasajeros experimentaron esperas de hasta 20 minutos, justo después de que, el día anterior, se registraran retrasos de más de 45 minutos en las mismas líneas.
El problema fue solucionado a las 7:35 horas, tras una hora de intervención por parte de los técnicos de Adif. Este incidente tuvo lugar tan solo unos días después de un trágico accidente en el que falleció la conductora de uno de los trenes.
Las constantes interrupciones del servicio han frustrado, de este modo, a los pasajeros desde hace meses.
Los trenes Talgo AVRIL, que comenzaron a operar en mayo con la promesa de modernizar la flota, han sufrido más de 500 incidencias desde su lanzamiento. Aunque se esperaba que los nuevos trenes, con tecnología de ancho variable, permitieran un servicio más eficiente, las constantes fallas han generado molestias entre los usuarios y problemas internos en Renfe. Estos trenes fueron diseñados para adaptarse tanto a vías de ancho internacional como ibérico, pero los errores técnicos han sido constantes desde su primer día de operación.
Uno de los incidentes más graves ocurrió en el trayecto entre Valencia y Madrid, cuando un tren AVLO quedó parado durante más de dos horas sin electricidad y con 500 pasajeros a bordo. Las temperaturas superaron los 40ºC, lo que empeoró la situación. Renfe ha manifestado su insatisfacción con los trenes Talgo y está considerando tomar medidas legales debido al incumplimiento de las responsabilidades contractuales.
El 25 de julio, una avería en un pantógrafo de un tren en la estación de Chamartín provocó importantes retrasos en varios servicios de alta velocidad. La incidencia afectó tanto al tren Avant que cubría la ruta Madrid-Valladolid como a otros servicios, incluyendo el AVE entre Madrid y Gijón y el trayecto Madrid-Alicante. La circulación en la vía número 20 se interrumpió a las 14:50 horas, y algunos trenes acumularon retrasos de hasta 120 minutos.
También hubo problemas en otros servicios de larga distancia, con varios trenes afectados. Los pasajeros tuvieron que esperar durante horas en la estación de Chamartín, mientras las autoridades trataban de solucionar las múltiples incidencias. La falta de información clara hizo que los usuarios se molestaran aún más.
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