EVOLUCIÓN DE LOS MERCADOS

El Ibex cae un 0,71% tras conocerse la reforma financiera del Gobierno

El selectivo español ha terminado la jornada en rojo, en los 6.995 puntos, tras el anuncio del Gobierno de que los bancos deberán hacer provisiones por valor de 30.000 millones adicionales. En el conjunto de la semana el índice de referencia de la bolsa española consiguió remontar cerca del 2%.

Las nuevas provisiones impuestas por el Gobierno a los bancos españoles para hacer frente a sus activos inmobiliarios no problemáticos empujaban al principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, por debajo de los 6.800 puntos, al sufrir un descenso de más del 2,5%.

En torno a las 15:30 el Ibex se recuperaba lentamente y recobraba los 6.800 puntos a pesar de que las pérdidas se situaban por encima del 2,5%. A las 14:50 horas, el selectivo español vivó su mayor caída durante el día y se situaba en 6.795 unidades, con lo que el descenso que acumula desde comienzos de año alcanzaba el 20,67%. En torno a las 15:30 el Ibex se recuperaba lentamente y recobraba

Los bancos españoles  deberán movilizar 30.000 millones de euros adicionales para cumplir con los nuevos requerimientosde provisiones aprobados hoy por el Gobierno, informó el ministro de Economía, Luis de Guindos.

Aunque era Sacyr Vallehermoso el valor más bajista en lo que va de sesión, con un descenso a esta hora del 7,38 %, los fuertes descensos de los bancos empujaban el IBEX por debajo de los 6.800 puntos.

El Popular se dejaba el 5,32 %; BBVA, el 4,60 %; Santander, el 3,86 %; Bankia, el 3,90 %; Bankinter, el 3,72 %; Caixabank, el 2,99 %, y el Sabadell, el 2,44 %. Todos los grandes valores del mercado sufrían también abultadas pérdidas, del 3,18 % para Telefónica, del 2,85 % para Repsol, del 2,52 % para Iberdrola y del 1,17 % para Endesa. Incluso Inditex acusaba la presión vendedora y retrocedía el 0,68 %, de modo que sólo DIA, que subía el 1,78 %, e IAG, que se revalorizaba el 0,98 %, resistían en positivo.

En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo permanecía por encima de los 450 puntos básicos, mientras la rentabilidad del bono español a 10 años volvía a rozar el 6%.

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