PARA VOLVER A LOS BENEFICIOS
Iberia ha anunciado un recorte de 4.500 empleos, casi una cuarta parte de su plantilla de 20.000 personas, dentro de un plan de transformación de la compañía. También se producirán cambios estructurales permanentes en todas las áreas de negocio, a fin de que abandone las pérdidas y recupere la senda de los beneficios.
Se ha fijado el 31 de enero como fecha límite para alcanzar un acuerdo con los sindicatos, pero en caso de no lograrlo, serán necesarios más recortes y una mayor reducción del tamaño y de las operaciones de Iberia, para proteger el tráfico natural de largo radio en Madrid y salvaguardar el futuro de la compañía, ha advertido IAG. El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, ha reconocido la dureza de las decisiones que tienen que tomarse para salvar la aerolínea y volver a ser rentables, pero "si no ponemos en marcha cambios estructurales profundos, el futuro de la compañía es sombrío", ha lamentado.
Se trata de un "exhaustivo" plan para salvar Iberia, que registra pérdidas récord de 262 millones de euros entre enero y septiembre, y conseguir que vuelva a beneficios. Así se lo ha comunicado International Airlines Group (IAG), resultante de la fusión de Iberia y British Airways, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La intención de Iberia es negociar con los sindicatos "haciendo todos los esfuerzos necesarios", pero el tiempo juega en su contra, por lo que si no se alcanza un acuerdo, habrá que tomar decisiones "más radicales que conllevarán mayores reducciones de capacidad y de empleo", ha insistido Sánchez-Lozano. Con el plan se está luchando por la supervivencia de Iberia, que pierde dinero en todos sus mercados, a un ritmo de 1,7 millones de euros cada día que pasa, ha subrayado.
El recorte de la plantilla de Iberia va acompañado de una reducción de su capacidad operativa en un 15 % en 2013, para centrarse en las rutas rentables, y una disminución de la flota en 25 aviones, cinco de largo recorrido y 20 de corta distancia. Asimismo, se suspende la actividad de mantenimiento a terceros que no sea rentable y también los servicios de "handling" (servicios en tierra) que no sean rentables fuera del "hub" (centro de interconexiones) de Madrid.
Al mismo tiempo, se pondrán en marcha nuevas iniciativas comerciales para incrementar los ingresos unitarios, que incluyen un aumento de las ventas por servicios complementarios y opcionales, y un nuevo diseño de la página web. Se transformarán las operaciones de corto y medio radio para competir de forma eficiente con las compañías de bajo coste que se han establecido con éxito en el mercado doméstico de Iberia.
El plan supondrá igualmente mejoras globales de productividad y la introducción de ajustes salariales permanentes para lograr una base de costes competitiva y flexible. Se pretende así mejorar los resultados en al menos 600 millones de euros para 2015, en línea con el objetivo de IAG de alcanzar un retorno sobre el capital del 12 % para ese año.
Sánchez-Lozano ha explicado que, aunque la crisis económica en España y en Europa ha afectado a la aerolínea, sus problemas son estructurales y anteriores a la situación actual del país. La aerolínea tiene muchas ventajas, como su excelente posición geográfica para las rutas con América Latina, junto con los lazos históricos que la unen con dicho continente, una marca fuerte y la capacidad de crecer a largo plazo en el "hub" madrileño, según el directivo. Pero debe modernizarse y adaptarse al nuevo entorno competitivo en el que sus costes son significativamente más altos que los de sus principales competidores, ha añadido.
Por su parte, el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, ha insistido en que el grupo hispano-británico quiere que Iberia sea fuerte y tenga éxito, y ha criticado que durante demasiado tiempo "la estrechez de miras y los intereses de unos pocos han dañado el futuro de muchos".