Coronavirus
El Hotel Alda de Sada, en A Coruña, es un ejemplo de las fórmulas que está adoptando el sector. Son alternativas para hacer frente a la crisis que vive el sector turístico, debido a la situación de la pandemia por coronavirus. Se basa en un nuevo modelo de negocio que consiste en ofrecer en alquiler 20 apartamentos dúplex, de 150 metros cuadrados, dos habitaciones, salón y cocina, con vistas al mar, por 600 euros al mes, para que los inquilinos puedan vivir durante todo el año.
La iniciativa de alquiler está despertando un gran interés tanto en potenciales clientes de Galicia como de fuera de la Comunidad de Galicia, como revela el número de llamadas que reciben en la recepción del hotel desde que se ha publicitado. De los veinte apartamentos que han puesto en alquiler, ya sólo les quedan cinco libres para hacer frente a los meses de pandemia por coronavirus que aún quedan por delante.
El perfil del inquilino
El perfil de los huéspedes es variado, y va desde trabajadores que al área de A Coruña y se quedan unos meses por motivos laborales, hasta otras personas que, ante la situación sanitaria, deciden buscar entornos más tranquilos y menos poblados cerca de las grandes ciudades pero huyendo de las aglomeraciones.
El negocio marcha tan bien que la cadena ya ha decidido extender este modelo a otros 40 hoteles que tiene en el norte de la Península mientras el coronavirus siga condicionando nuestras vidas. Una de sus ventajas es que no requieren una permanencia mínima, como puede ocurrir con los clásicos apartamentos de alquiler, ni se cobra una fianza de varios meses por adelantado. David Romero, responsable de los nuevos productos de Alda Hotels explica que el cliente “sólo tiene que pagar el mes por adelantado”, y el resto son facilidades.
En el precio de 600 euros al mes se incluyen los servicios esenciales, como luz, agua o Internet por wifi, por lo que “si se hacen bien las cuentas, el alquiler sale a menos de 500 euros”, matiza Romero, que afirma que este sistema de híbrido entre hotel y vivienda ofrece otras ventajas, como las zonas comunes del hotel y las instalaciones de las que puede disfrutar el cliente.