CANDIDATO SOCIALISTA
"En la batalla que tengo por delante, mi principal adversario no tiene nombre, ni cara, ni partido. Nunca se ha presentado como candidato. Nunca ha sido elegido, pero sus reglas lo inspiran todo. Mi adversario es el mundo de las finanzas", ha dicho.
Así, Hollande ha prometido que, en caso de ganar las presidenciales, impulsará una regulación financiera, promesa que no han cumplido los líderes del G-20, incluido el presidente francés, Nicolás Sarkozy.
Además, el candidato socialista ha reiterado su intención de defender ante los líderes comunitarios la creación de una agencia de calificación crediticia europea, capaz de combatir a las estadounidenses en el contexto de la crisis del euro.
Hollande también ha recordado algunas de las propuestas que ya había formulado, como redactar una ley para separar las actividades bancarias de deposito y de inversión, crear un banco público de inversión y dar ayudas a las empresas ubicadas en Francia.
En un tono más electoral, ha dirigido sus críticas contra la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, cuyo padre, Jean Marie Le Pen, arrebató en 2002 al socialista Lionel Jospin el pase a la segunda vuelta de las presidenciales.
"Todavía tenemos esa cicatriz y voy a luchar hasta mi último aliento para evitar ese peligro", ha aseverado. Según un sondeo sobre intención de voto publicado la semana pasada, Hollande ganaría la primera vuelta de las presidenciales con un 27 por ciento de los votos, mientras que Sarkozy quedaría segundo con el 23 por ciento y Le Pen tercera con el 21 por ciento.
El de este domingo ha sido el primero de una serie de mítines que Hollande pretende protagonizar en los próximos meses de cara a la primera vuelta, prevista para el 22 de abril. El jueves pronunciará un discurso en el que se espera que anuncie medidas más concretas.