ESPAÑA ES EL SEXTO PAÍS AFECTADO

La guerra comercial con Rusia supera los daños iniciales

Las cifras de pérdidas superan ya las previsiones, siendo España y su secto frutícola uno de los más afectados por el veto ruso.

Los daños de la guerra comercial con Rusia podrían superar el cálculo inicial. Bruselas dispone de 3.000 millones de euros que podría utilizar para retirar del mercado algunos de los productos del sector agroalimentario. La Unión Europea exporta anualmente a Rusia más de 5.200 millones de euros y España es el sexto país más afectado por el veto.

En las granjas de leche crece la incertidumbre, sobre todo en Galicia, donde están la mitad de las explotaciones. Con la frontera rusa cerrada se teme que España se convierta en el mercado alternativo para otros europeos, haciendo caer los precios de los productos. Si el litro cae hasta los 20 céntimos apenas cubrirían gastos. A esto hay que sumar las pérdidas directas en el sector lácteo que rondarán los 4 millones de euros.

En la lista le sigue el vacuno, el pescado y las hortalizas con 72 millones. Las frutas, con 158, son el sector más perjudicado por el veto de Putin. En estas últimas, la zona mediterránea está sufriendo las mayores pérdidas. En algunas partes de la Comunidad Valenciana, por ejemplo, el bloqueo llega cuando están a punto de recoger la cosecha de granadas, de las cuales un millón y medio de kilos se enviaban a Rusia.  Ahora buscan dónde colocarlas para que no se pierdan en el árbol.

Las repercusiones del cierre de fronteras de Rusia llega también hasta los productores de arroz. Algunos negocios, sobre todo los de alta calidad, ven como un 15% de sus ganancias se va a perder, ya que esa parte de sus clientes provienen del país ruso.

Por otra parte, la Asociación de la Fruta de Cataluña (Afrucat) ha divulgado las primeras imágenes de lineales desabastecidos y carteles anunciando la limitación de compra de melocotones a 5 kilos por persona en los supermercados rusos como consecuencia del veto a los productos agroalimentarios europeos.

Según Manel Simon, director general de Afrucat, "estamos viviendo una situación surrealista cuando en pleno siglo XXI hay países que se ven obligados a tirar la producción mientras a escasos kilómetros otros racionan los alimentos a sus habitantes".

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