ASÍ VIVEN EN ESPAÑA LA CRISIS GRIEGA LOS HELENOS
Los griegos que viven en España no han podido huir de la crisis y de la "incertidumbre" pese a la distancia y a la prohibición de participar en la vida política helena.
Los entrevistados se sienten tan "acorralados" como sus compatriotas, aunque ellos sí puedan disponer de sus bienes.
El 'corralito' impuesto en Grecia el 29 de junio está empezando a hacer mella en la economía del país, no tanto por las incomodidades cotidianas que impone tener que hacer cola ante los cajeros automáticos confiando en poder sacar el máximo de 60 euros diarios que se ha establecido, como por los problemas en el funcionamiento de la industria y en el sector importador.
Si continúa el cierre de los bancos "habrá escasez de billetes en el mercado", según los analistas, lo que afectaría, por ejemplo, al pago a los proveedores de alimentos perecederos, que por costumbre se hace en efectivo.
El presidente de la Asociación de Griegos en España, Yannis Mitkas, es uno de los 4.063 ciudadanos helénicos que viven en el país, según los últimos datos que tiene disponibles el INE.
Está en España desde hace 31 años y con él todas sus inversiones, pero eso no le exime de vivir la situación con "bastante preocupación", porque, de un forma u otra, está afectado a través de los familiares y amigos que viven en Grecia.
"Es una situación difícil provocada para asfixiar a Grecia porque no les gusta este gobierno. Lo sentimos, pero es lo que hemos elegido y creo que tendrían que respetarlo", afirma Mitkas, que cuestiona la posición de la UE y del BCE que ha resultado en la aplicación del 'corralito'.
Entonces, se pregunta: "¿Para qué tenemos elecciones? ¿Para qué tenemos parlamentos? ¿Para qué tenemos países?". La Embajada de Grecia en Madrid ha recibido "más de cien llamadas" de ciudadanos que pedían información sobre las restricciones del movimiento de capitales, pero ningún demanda de repatriación por lo que denominan "inhabilidad financiera".
El consejero de Asuntos de Prensa y Comunicación de la embajada, Nikos Papadopoulos, recuerda las tarjetas de crédito de bancos griegos, de los que no existe ninguna representación en España, se pueden usar para realizar cualquier tipo de pago.
La profesora de griego Danae Styliznidou, uno de los 846 helenos que viven en la Comunidad de Madrid, explica que ha dejado a propósito "gran parte" de su dinero en una cuenta griega para "apoyar a Grecia". Instalada en la capital desde hace cuatro años, Styliznidou ha contado que no podía sacar nada de dinero, hasta hace cinco días, que ha podido sacar 60 euros diarios, y tampoco puede hacer transferencias.
"Es difícil creer en la política cuando en tu país, conocidos y familiares se preguntan cómo pagar la luz", concluye la profesora. Quienes están "tranquilísimos" son los habitantes de Griegos, un pequeño municipio de Teruel, a 255 kilómetros de Madrid.
El pueblo existe desde el 200 a.C. y lleva ese nombre porque tenía fuerte presencia de comerciantes de Grecia, aunque ya no exista relación alguna con los helenos.
El segundo municipio más alto de España (1.604 metros) tiene 143 habitantes, ninguno de Grecia, y un superávit de cuentas corrientes de 200.000 euros, presume su alcalde, Juan Manuel Lapuente (Ciudadanos). "Tenemos uno de los mayores superávit de cuenta corriente de España y también aquí es donde mejor se duerme en el verano, por el clima", presume el regidor de los grieguenses