SIGUE EL AUMENTO DE SU PRECIO

La gasolina acumula un incremento de un 5% en 2016 y el gasóleo, de un 11%

Se trata de la segunda semana consecutiva de incrementos, después del acuerdo para reducir su oferta alcanzado por la OPEP. De cara a estos días festivos, la gasolina y el gasóleo se han encarecido un 0,8% y un 1%, respectivamente.

Los precios de la gasolina y del gasóleo registraron esta semana subidas del 0,8% y del 1%, respectivamente, con lo que acumulan ya dos semanas consecutivas de incrementos, después del acuerdo para reducir su oferta alcanzado el pasado miércoles por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según reflejan los datos a partir del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

En concreto, el precio medio del litro de gasolina se situó en 1,184 euros, frente a los 1,174 dólares de la semana anterior. De este modo, su precio actual es un 4,7% superior al de enero. En el caso del gasóleo, el litro cuesta de media 1,069 euros, frente a los 1,059 de la semana precedente, situándose un 11,7% por encima que en enero.

La segunda subida semanal consecutiva en el precio de los carburantes se conoce después de que la OPEP acordara la semana pasada por primera vez desde 2008 reducir su producción de petróleo, provocando una inmediata reacción alza del precio del barril de crudo, tanto en su variedad Brent, de referencia para Europa, como en el Texas, de referencia para EEUU.

Con los precios actuales, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 65 euros, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 59 euros.

La gasolina es más cara en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,326 euros y en 1,361 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,186 euros de media en la UE y 1,170 euros en la eurozona, respectivamente un 11% y un 9,4% más que en España.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general que la media comunitaria.

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