CONSECUENCIAS DE LA CRISIS: ESTAFAS
Los fraudes a las compañías de seguros han aumentado más del 50% desde que empezó la crisis económica en 2008. Las aseguradoras lo saben y por eso, cada vez invierten más en pillar al tramposo. Solo el año pasado destinaron casi diez millones para combatir el fraude.
Los sistemas para detectar la estafa son cada vez más sofisticados. Existen reconstrucciones de siniestros que han llegado a ser pruebas suficientes para demostrar que un hombre llegó a cortarse una mano para cobrar más de dos millones de euros. El individuo simuló un accidente pero se demostró que él mismo había empujado el coche por un terraplén.
Es en el sector del automóvil donde más fraude se detecta. Las lesiones fingidas por accidentes son algunos de los casos que se investigan. Las cámaras nos enseñan, por ejemplo, el caso de un hombre que acudió al médico con muletas y milagrosamente salió caminando sin problemas.
Hay que tener cuidado también con las redes sociales ya que se pueden convertir en el mejor chivato de las compañías aseguradoras. Es el ejemplo de un hombre que, durante la tramitación de su expediente se casó y colgó un vídeo en Facebook dónde salía bailando.
Queda de manifiesto que la crisis agudiza el ingenio. En los últimos meses, han aumentado los llamados siniestros de goteo. Es decir, se intenta defraudar cantidades entre los 500 y 1.000 euros.