Economía
El fraude se sitúa en el 1,9% en nuestro país. Es uno de los datos más importantes del estudio que hoy ha presentado AXA.
En 2021, por primera vez en una década, la tasa de fraude en España ha disminuido a niveles previos a la pandemia, pasando del 2,21% en 2020, a 1,94% en 2021. Es la principal conclusión del X Mapa AXA del fraude en España, un análisis exhaustivo que permite tomar un pulso tanto cuantitativo como cualitativo a un delito, en ocasiones, socialmente tolerado.
Durante el año 2021, AXA España evitó pagos indemnizatorios fraudulentos en todos sus ramos –Vida y No Vida, Particulares y Empresas– por un importe total de más de 71 millones de euros, lo que supone un incremento del 6% con respecto al año anterior.
Las comunidades autónomas que registran la mayor tasa vuelven a ser Melilla (con un fuerte aumento hasta el 12,5% frente al 9% de 2020); y Cantabria, Navarra y Andalucía, que están en el 3%.
La mitad de los casos de fraude corresponden al seguro del coche
El seguro de Auto continúa siendo el área de negocio que concentra el mayor porcentaje de fraude al seguro, con más de la mitad de los casos (51%). Cabe destacar que en 2021, presumiblemente como consecuencia del levantamiento de las restricciones de circulación vividas durante los peores momentos de pandemia, los casos de fraude en Auto aumentaron casi un 8% respecto al mismo periodo del año anterior.
En todo caso, en los últimos años se ha reducido significativamente. En 2012 siete de cada diez siniestros fraudulentos se producían en este ramo, sin embargo el porcentaje ha ido reduciéndose paulatinamente, y de manera muy significativa en los últimos años, como consecuencia de la reforma del Baremo de lesionados, que hace menos atractiva la coartada del coche para defraudar al seguro, y de nuevas técnicas de detección.
En cuanto a la tipología, el IX Mapa AXA del fraude en España concluye que el ocasional u oportunista (aquel en el que se aprovecha la realidad de un siniestro para introducir daños preexistentes o anteriores y hacerlos pasar como actuales) supone el 55% de todos los casos que se comenten.
El 42% de los fraudes fueron premeditados
Por su parte, el fraude premeditado (en el que los daños reclamados son reales o ficticios, pero todos han sido planificados con antelación) representa el 42% del total. El resto corresponde al fraude organizado. Es el que lleva a cabo un modus operandi más peligroso. Se trata de bandas o tramas organizadas ocasionalmente apoyadas por profesionales que buscan la industrialización de su proceso delictivo.
Del estudio de AXA se desprende que la mayor inversión en la lucha contra el fraude y la sofisticación de las herramientas está haciendo descender el número de tramas en los últimos años, sin embargo el importe total que representa este tipo de delitos va en aumento. El año pasado representó casi un millón de euros.
Los daños materiales son los más numerosos
Atendiendo al análisis del fraude por su naturaleza; es decir, si afecta solo a daños materiales o si persigue obtener indemnizaciones fingiendo daños corporales, el IX Mapa AXA del Fraude en España concluye que los primeros siguen siendo los más numerosos, y representan el 81%. Por el contrario, los siniestros que fingen daños corporales suponen el 19% restante. Esto no siempre ha sido así, hasta hace unos años los daños corporales suponían más del 27% de los casos de fraude al seguro (frente al 19% actual). La principal razón del descenso de casos de fraude al seguro que aducen daños corporales habría que buscarla en dos hechos: el baremo de que establece las indemnizaciones de los accidentes de tráfico, y una reforma del código penal que desincentiva esta práctica delictiva.