Comercios
Tras enfrentarse a una pandemia y a la subida de costes por el conflicto entre Rusia y Ucrania muchos comercios siguen buscando fórmulas para ganar clientes. La última forma de hacerlo: convertirse en punto de recogida o devolución de compras online de empresas de paquetería.
Están por todas partes. De hecho, puedes encontrarlos en cualquier establecimiento de tu barrio. El estanco, la tienda de moda y complementos, el centro de yoga o la ferretería. Cada vez son más los comercios de barrio que, mientras sacan adelante su negocio, hacen de mini almacén de diferentes compañías de reparto.
Una forma de darse a conocer
Juan Carlos regenta su tienda DobleC Servicios Informáticos, en Madrid, desde hace muchos años y paralelamente, desde hace algunos menos, lo compagina con ser punto de recogida. Visitamos su tienda un martes tarde cualquiera y en los cinco primeros minutos ya han venido a su pequeño establecimiento cinco personas con sus paquetes en la mano. "Vengo a devolver esta compra que hice por internet", es lo que más se escucha en su tienda.
Juan Carlos asegura que "hay veces que te tiras así toda la tarde" . Nos cuenta que en un solo día ha llegado a acumular casi 300 paquetes. A pesar del éxito de la iniciativa nos reconoce que merece la pena "porque hay quien viene a entregar dos paquetes y después aparece un día y te dice oye se me ha roto el ordenador, ¿aquí los arregláis, no?", pero no tanto por el beneficio económico porque "por paquete no recibimos más de 30 céntimos".
En el lado opuesto encontramos a Almudena, dueña de la Tienda de Almudena. Lleva toda su vida vendiendo bolsos y zapatos en su comercio de Madrid y hace poco decidió dar el paso de convertirse en punto de recogida. "Para mí era una forma de tener publicidad, de que nos conocieran", nos cuenta. Sin embargo, en todo este tiempo ha comprobado que las personas que entran a recoger o entregar paquetes ni siquiera prestan atención a los artículos de su tienda.
Las dificultades de los negocios de barrio
Es la fórmula que han encontrado muchos comercios de toda la vida para reinventarse y darse a conocer. Tras sobrevivir a una pandemia han visto como se elevan los costes de absolutamente todo. Luz, alquiler, transporte, etc. Y a pesar de eso tienen que seguir luchando contra el gigante de internet.