'Informe de Estabilidad Financiera Global'
El rápido encarecimiento de la vivienda en numerosos países durante los últimos años ha incrementado las preocupaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) con respecto de las consecuencias potenciales de una caída significativa y coordinada de los precios, según advierte la institución en un adelanto de su 'Informe de Estabilidad Financiera Global', que será presentado la semana que viene en Washington.
"El rápido incremento de los precios de la vivienda en muchos países en los últimos años ha suscitado algunas preocupaciones sobre la posibilidad de un descenso y sus consecuencias potenciales", señalan los autores del documento.
El análisis de la entidad destaca el incremento de la sincronía en las subidas de los precios inmobiliarios observada en numerosos países y ciudades, algo que puede indicar la presencia de riesgos a la baja para la actividad económica, especialmente cuando existe un elevado apalancamiento.
En este sentido, las simulaciones efectuadas por el FMI apuntan a que las políticas macroprudenciales, incluyendo aquellas medidas encaminadas a mejorar la resiliencia de los prestatarios, resultan más eficaces que la política monetaria a la hora de reducir los riesgos de una corrección abrupta de los precios en el sector inmobiliario. "Los resultados indican que un endurecimiento de las políticas macroprudenciales está asociado a una reducción de los riesgos a la baja para el precio de la vivienda", afirma.
En este sentido, el FMI destaca medidas encaminadas a incrementar la resiliencia de los prestatarios, incluyendo aquellas que buscan limitar la relación entre el importe del préstamo y el valor de la vivienda, así como el volumen de la deuda en comparación con los ingresos.
Por su parte, la entidad señala que la capacidad de la política monetaria para mitigar los riesgos a la baja del precio de la vivienda, más allá de su relación con las condiciones de financiación, "parece más limitada".
En el caso de la política monetaria, la institución señala que una relajación inesperada de los tipos se asocia con una reducción de los riesgos bajistas para los precios de las casas, aunque advierte de que esta circunstancia solo es apreciable en el corto plazo en las economías desarrolladas.