Economía española
La agencia de calificación crediticia Fitch prevé un crecimiento de la economía española del 3,1% para este año y un 2,5% para 2018, una décima más y una menos que la previsión oficial del Gobierno, respectivamente, y espera que la "tensión" entre el Ejecutivo y la Generalitat de Cataluña aumente en los próximos meses, si bien descarta una "perturbación significativa" en la evolución económica y en el funcionamiento de la Administración.
Así figura en el último informe sobre España de Fitch, tras la revisión al alza de la perspectiva, de 'estable' a 'positiva', hace dos semanas, en el que estima que el déficit público caerá este año al 3,2%, una décima por encima del objetivo, al 2,5% el próximo año, tres décimas por encima de la meta, y al 2,2% en 2019, gracias a la "fuerte" recuperación económica.
Fitch decidió el pasado 21 de julio mantener el rating de España en 'BBB+' por la incertidumbre sobre Cataluña y el escaso apoyo parlamentario del Gobierno, pero elevó de 'estable' a 'positiva' la perspectiva debido a la fortaleza de la recuperación económica, a que los riesgos en torno a los Presupuestos Generales se habían desvanecido y a unas expectativas de reducción del déficit "más rápidos" que en años anteriores.
Además, explica que la calificación también refleja una economía "diversificada y de alto valor agregado, instituciones fuertes y un bajo rendimiento de la deuda pública", a lo que se suma la buena marcha de las exportaciones, con un superávit del 2% en la balanza por cuenta corriente, y un aumento de la competitividad gracias a las reformas estructurales implementadas desde la crisis financiera.
Por el contrario, Fitch señala como debilidades los niveles "muy altos" de deuda pública y externa, el alto desempleo y el riesgo político. En concreto, apunta que la deuda pública es del 99% del PIB, en comparación con la mediana de 'BBB' de 41% del PIB y la mediana de 'A' de 49%, además de que, a pesar de los superávit en cuenta corriente en los últimos cuatro años, el apalancamiento externo "sigue siendo uno de los más altos" de todos los países clasificados por Fitch.
No obstante, pronostica que la deuda a largo plazo irá disminuyendo de forma gradual en los próximos ejercicios, hasta el 95,3% del PIB en 2020 y al 91,4% en 2024.
Más "tensión" con Cataluña, pero sin "perturbación significativa"
En cuanto al riesgo político y la incertidumbre, Fitch espera que las "tensiones" entre el Gobierno Central y el de Cataluña aumenten en los próximos meses, pero "sin ninguna perturbación significativa" en la economía o en el funcionamiento de la Administración.
En términos generales, Fitch no observa el progreso este año en el avance de medidas que considera que serían la base de un acuerdo "mutuamente aceptable" entre ambas partes.
En cualquier caso, subraya que la estabilidad a corto plazo del Gobierno en minoría se vio "reforzada" por la reciente aprobación del Presupuesto de 2017 y el límite de techo de gasto de 2018.
Sin embargo, advierte de que existe el riesgo de que en el parlamento resulte más difícil sostener el apoyo de la oposición y sigue viendo perspectivas "limitadas" de una nueva reforma económica sustancial, debido a que "el potencial de apoyo político del Partido Socialista ha disminuido en los últimos meses".