Precio gas
Ojo con la factura del gas. Algunos clientes han recibido una carta de las compañías eléctricas para renovar el contrato. En la misiva, les avisa de que su tarifa va a cambiar y, por tanto, su factura también.
Todavía no ha llegado el frío y algunas compañías eléctricas ya están avisando a sus clientes. Lo hacen a través de una carta para renovar el contrato. En la misiva avisa de que su tarifa va a cambiar. Un cliente que pagaba 109 euros al mes, pagará 409 euros. Esto es casi cuatro veces más.
Ahora hay mucha preocupación y, en poco tiempo, llegarán los meses de frío. El contrato se vence y las compañías avisan de eso. En este caso el gas. Si dividimos el importe anual, va a pasar de pagar 62 euros al mes a 262.
En la calle, la gente se queja, asegura que es mucho dinero. Una mujer nos confirma que ella tendrá que pagar 20 euros más.
Avisos como éste están llegando a muchos hogares: "He pasado de 1.300 euros al año a casi 5.000". Así que toca apretarse el bolsillo, especialmente, los meses de invierno cuando el frío empiece a apretar.
Precio luz, al alza
La luz, otro quebradero de muchos hogares y sigue subiendo. Hoy nos cuesta 326 euros el megavatio hora, un 27 por ciento más que ayer. La mayor subida de los últimos 23 días. El coste máximo se registrará entre las 21.00 y las 22.00 horas, mientras que el mínimo para la jornada se dará entre las 23.00 horas y las 00.00 horas.
Un hostelero de Benidorm se queja de que su factura se ha disparado en los último meses. En agosto ha pagado hasta tres que hace justo un año. Son 11 mil euros. Él ya ha hecho su cálculos y comenta que son casi 400 euros diarios y "esto para una empresa pequeña de hostelería como la mía es inasumible".
Además, clientes del mercado libre han empezado a pagar la compensación por el tope al gas. Javier Dasí, ingeniero eléctrico, dice que han visto "un caso en el que le están aplicando el tope del gas a 25 céntimos y esto es una barbaridad". Esto se pude ver en un recibo real. Paga más de compensación que de consumo.
En este sentido, la economista Sara Muñoz asegura que siempre "hay formas de que lo que les suman a ellos lo acaben repercutiendo en el cliente por otra vía". Así que el cliente será el perjudicado, porque pagará más en su factura. Y los clientes se quejan porque una economía doméstica no es sólo luz y gas, también está la cesta de la compra que se ha incrementado su precio más del 13 por ciento y, lo peor, es que los artículos básicos, como leche, huevos, carne o pescado, están por las nubes.