ANÁLISIS TRAS LA CUMBRE EUROPEA
Dos grandes citas casi simultáneas debían decidir esta semana la suerte inmediata del euro. La primera, la reunión del Banco Central Europeo del jueves en Frankfurt. La segunda, la cumbre política celebrada hasta el viernes en Bruselas. De los jefes de Gobiero de la Unión se esperaba un paso adelante decidido hacia la integración fiscal en la eurozona. Del Banco Central Europeo, un anuncio de compra de deuda pública a gran escala. Los primeros cumplieron, mientras que de los segundos no se puede decir lo mismo.
"Había dos focos interrelacionados. Uno era la cumbre política donde había un pacto fiscal que se ha cumplido y una reunión del BCE, donde si iba a haber pacto fiscal iba a haber una señal contundente de que iban cumplir su mandato, que era comprar todos los bonos para estabilizar todos los mercados. Se ha cumplido el pacto fiscal y el BCE ni está ni se le espera", reconoce el economista José Carlos Díez.
Por lo que a a ojos de los mercados, la crisis de la deuda soberana que ha sacudido los cimientos de la moneda común sigue activa. Angela Merkel ha logrado imponer una estricta disciplina presupuestaria a los países del euro, pero ha vetado la propuesta de ampliar a un billón de euros el Fondo de Rescate Permanente de la Unión, de modo que los países más débiles de la eurozona siguen, en realidad, tan a merced de los especuladores como antes.
Así que, prudecia, como advierten los expertos porque esto no se ha acabado. Aún quedan meses con una incertidumbre considerable por delante.