Coronavirus
Los coronabonos, es decir, acudir a los mercados en busca de deuda con el respaldo de todos los países de la Unión Europea, son el eje sobre el que gira el gran debate acerca de la respuesta que debe dar Europa a la crisis económica que está por llegar tras la parañliazación de varias economías de la Zona Euro por el coronavirus.
Las posturas aún están muy enfrentadas pese a que nueve países apoyan los coronabonos y otros cinco no lo verían mal. En total, 14 de los 19 países que componen la UE estarían a favor, pero en contra están algunos de los países más relevantes: Alemania, Finlandia, Holanda o Austria.
Esa postura de los países del norte poco a poco parece estar cambiando ante las presiones internas que están sufriendo los Gobiernos de Holanda y Alemania, a los que se advierte de que si se deja caer a países como Italia o España se podría producir una crisis como la de 2008, con el riesgo de que arrastrara al norte de Europa.
En el fondo del debate aún están las declaraciones del ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, que propuso en la reunión del Consejo del jueves investigar a países, como España, por no tener margen presupuestario para luchar contra el coronavirus.
Esas palabras han sido calificadas como "repugnantes" por el primer ministro luso, António Costa.
Wopke Hoekstra admitió no haber "mostrado la suficiente empatía" con los países del sur de Europa cuando pedían más solidaridad financiera con la emisión de coronabonos y acceso a fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), pero aseguró que en el fondo llevaba razón.
"Deberíamos haber dejado claro la semana pasada, incluyéndome a mi mismo, que queremos ayudar. No empatizamos eso lo suficiente. Lo expresamos de tal manera que provocó resistencia", admitió Hoekstra, en declaraciones al canal holandés de noticias económicas RTL Z.
"Fuimos muy poco empáticos y, sinceramente, deberíamos haberlo sido más", lamentó.