TIENEN QUE LLEGAR A UN ACUERDO ANTES DEL 30 DE JUNIO

El Eurogrupo celebra una reunión "decisiva" para el futuro de Grecia en la eurozona

El Eurogrupo celebra de nuevo una reunión de emergencia para tratar de llegar a un acuerdo con Atenas. Aunque la troika cifra en 90% el grado de acuerdo, la subida del IVA, la rebaja de las pensiones o el recorte del gasto en defensa siguen siendo algunos de los puntos en los que se centran las diferencias. Atenas debe abonar alrededor de 1.500 millones de euros al Fondo Monetario Internacional, dinero del que no dispone. En caso de no llegar a un acuerdo, los países de la eurozona amenazan con acelerar los preparativos para gestionar la posible suspensión de pagos de Atenas.

Los ministros de Economía de la eurozona celebran este sábado una nueva reunión de emergencia, la cuarta en la última semana, que será "decisiva" y "crucial" para determinar el futuro de Grecia en la eurozona. El Eurogrupo tratará de llegar a un acuerdo con Atenas sobre un plan de ajustes y reformas que permita desbloquear ayuda urgente del rescate.

Sin esta ayuda de la Unión Europea, Grecia podría verse obligada a introducir controles de capital y suspender pagos en los próximos días, y probablemente a salir del euro. Atenas debe abonar alrededor de 1.500 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) el 30 de junio, dinero del que asegura no disponer, y ese mismo día concluye la prórroga del actual rescate, con lo que ya no tendrá acceso a más fondos europeos.

Las instituciones de la troika -formada por la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- cifran ya en un 90% el grado de coincidencia entre su última oferta en materia de ajustas y la contrapropuesta presentada por Grecia. Las diferencias se centran en cuestiones como la subida del IVA, la rebaja de las pensiones o el recorte del gasto en defensa. "No hay motivo para que no pueda haber un acuerdo el sábado", señalan fuentes europeas.

Pero a nivel político continúa el intercambio de acusaciones entre Grecia y sus acreedores, que podría dificultar el acuerdo. La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido al primer ministro griego, Alexis Tsipras, que acepte la oferta "extraordinariamente generosa" de los acreedores y éste ha rechazado "chantajes" y "ultimátums" de la Unión Europea.

A su vez, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha replicado a Tsipras que es un "hecho objetivo" que se acerca el "final de partida" por la cercanía del 30 de junio. "Es el tiempo el que impone la presión, no los líderes, el Eurogrupo o las instituciones (de la troika)", ha dicho.

"Hay una posibilidad real de concluir un acuerdo", sostiene por su parte el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. "Todo el mundo debe saber que mañana (por el sábado) es un día crucial no sólo para Grecia sino también para la eurozona en su conjunto. Soy bastante optimista pero no excesivamente optimista", ha dicho.

Si no hay acuerdo este sábado, los países de la eurozona se plantean acelerar los preparativos para gestionar la posible suspensión de pagos de Atenas. De hecho, el primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo durante el Consejo Europeo que sólo se convocaría una nueva cumbre del euro para discutir sobre los pasos a seguir en un escenario de este tipo.

Proponen una proórroga de cinco meses con 15.500 millones de financiación
La última oferta de la troika a Grecia incluye una prórroga de cinco meses de su rescate, hasta noviembre de 2015, y una financiación total de en torno a 15.500 millones de euros para hacer frente a sus próximos vencimientos de deuda siempre que Atenas cierre un acuerdo sobre su plan de reformas en la reunión decisiva del Eurogrupo este sábado, según han explicado fuentes europeas.

En caso de acuerdo, el Eurogrupo desbloquearía de inmediato un primer tramo de ayuda de 1.800 millones de euros procedentes de los beneficios obtenidos por el BCE por la compra de deuda griega. Este desembolso serviría para cubrir el vencimiento de más de 1.500 millones que Atenas debe abonar al FMI el 30 de junio y evitar así la suspensión de pagos.

El resto de los 15.500 millones se pagaría en tramos a medida que Grecia vaya cumpliendo sus compromisos en materia de reformas, hasta un total de cuatro. Esta cantidad no es dinero nuevo sino que forma parte del segundo programa de rescate pero todavía no se ha utilizado.

De los 15.500 millones, 8.700 millones proceden del fondo de rescate de la UE (MEDE). En su mayoría se trata de fondos que estaban previstos para recapitalizar la banca griega pero que hasta ahora no han sido necesarios. Otros 3.300 millones son de los beneficios del BCE por la compra de deuda griega, mientras que los 3.500 millones restantes vendrían del Fondo Monetario Internacional.

Además, todavía quedará un colchón de algo más de 4.100 millones en el MEDE por si se necesitan para recapitalizar la banca griega.

Finalmente, el Eurogrupo se plantea renovar este sábado el compromiso que ya asumió en noviembre de 2012 de, cuando Atenas cumpla todas las condiciones, tomar nuevas medidas para aligerar su deuda, como alargar todavía más los plazos y reducir los tipos de interés. Respondería así a la petición de Tsipras de que se reestructure la deuda helena.

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