20 AÑOS

El euro cumple dos décadas

El euro, uno de los logros más reales de la Unión Europea, cumple 20 años superando así una crisis que no le ha impedido mantenerse como segunda moneda de reserva mundial pese a los desequilibrios y endeudamientos de muchos países miembros.

El euro ha tenido un comportamiento muy irregular a lo largo de estas dos décadas de vida. Los primeros años de funcionamiento supusieron una etapa de sólido crecimiento económico, que culminó en 2008, cuando la crisis financiera originada en Estados Unidos revitalizó la divisa europea como valor refugio frente al dólar.

Este periodo positivo se prolongó hasta finales de 2009, cuando la moneda se debilitó a causa de la crisis de deuda soberana de países como Irlanda, Grecia, Portugal, Chipre y España, que tuvieron que ser rescatados a cambio de políticas de austeridad presupuestaria.

Estos duros ajustes económicos dejaron secuelas como la precariedad laboral o la ausencia de inversiones públicas, aspectos que debilitaron el estado de bienestar y distanciaron a muchos ciudadanos de la idea de integración europea. El Banco Central Europeo tuvo que reducir los tipos de interés hasta el mínimo histórico del 0,05 % y lanzar la compra de activos a los bancos para frenar el coste del endeudamiento de los países en apuros.

Se estrenó en 1999 a un cambio de 1,16 dólares. Desde entonces ha oscilado entre su mínimo histórico, 0,82 dólares en octubre de 2000, y su punto más alto en julio de 2008, cuando se situó en los 1,60 dólares. En su última cotización, en diciembre de 2018, se cambió por 1,13 dólares.

"El euro y la estrecha cooperación económica que necesita han evolucionado a lo largo de los tiempos, lo que ha permitido superar las dificultades", dijo para resumir 20 años de moneda única el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno.

Hasta la fecha, diecinueve países han adoptado el euro como su moneda de cambio. Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal fueron los doce países que pusieron oficialmente en circulación el euro el 1 de enero de 2002. Posteriormente se unieron Eslovenia (2007), Malta y Chipre (2008), Eslovaquia (2009), Estonia (2011), Letonia (2014) y Lituania (2015).

España, que se incorporó al euro en la primera fase, ha registrado avances en el PIB por habitante y también en la convergencia real con el resto de economías de la eurozona. A pesar de todas sus dificultades, la moneda única ha superado las predicciones más críticas después de dos décadas de su entrada en vigor.

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