Salario
La regularización del IRPF para ajustar los impuestos antes de fin de año afecta a muchos trabajadores en estas fechas.
El mes de noviembre ha traído una sorpresa inesperada para muchos empleados: una nómina más baja de lo habitual. Sin embargo, esto no se debe a un error en las empresas, sino a una práctica habitual de las empresas en los últimos meses del año. Las compañías suelen realizar una regularización del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) de sus trabajadores para adaptarlo a los ingresos reales obtenidos durante el ejercicio fiscal.
El IRPF es un impuesto que se descuenta de la nómina de forma mensual y que se calcula en función de los ingresos y circunstancias personales y familiares del trabajador. Durante el año, las empresas aplican un porcentaje estimado de retención, pero a final de año, se revisa si este porcentaje ha sido correcto. Si la retención aplicada fue menor de lo que correspondía, las empresas aumentan el porcentaje en los últimos meses del año para compensar la diferencia, lo cual puede provocar una reducción notable en el salario neto percibido en noviembre y diciembre.
Por ejemplo, un trabajador cuyo IRPF pasara de un 10,5% a un 25% en noviembre vería una disminución significativa en su nómina. Aunque este cambio pueda parecer perjudicial en el corto plazo, tiene como objetivo equilibrar la cantidad retenida y evitar pagos elevados en la próxima declaración de la Renta.
La regularización del IRPF se realiza para asegurar que el porcentaje mínimo de retención se ha aplicado correctamente a lo largo del año. Algunos factores que pueden provocar un ajuste son:
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) propone una serie de recomendaciones para optimizar las deducciones antes de que finalice el año. Las más destacadas:
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