AUMENTAN UN 30%
La reacción de las aseguradoras ha sido encarecer las polizas un 10% y estar muy pendientes de posibles engaños. Detrás de cada accidente, hay una reclamación.
Un hombre pide 110.000 euros a su compañía de seguros, porque sufre la parálisis leve de todas sus extremidades. Un detective desmonta su estafa, al grabarle jugando a las cartas, con una correcta movilidad en las manos. Otro supuesto estafador alega miedo a conducir, pero le siguen y le cazan montando en moto. A otro le pillan haciendo 'footing' y en bicicleta. Pertenece, incluso, a una peña ciclista y eso que a la compañía le ha dicho que no puede realizar ningún tipo de actividad física por una hernia.
En el último año, el fraude a las compañías de seguros se ha incrementado un 30% por culpa de la crisis, llegando a los 780 millones de euros. Por eso, están más encima de esos posibles engaños. La estafa ha provocado que las polizas se encarezcan un 10%. Por ejemplo, un seguro a terceros, ha subido unos 25 euros.
Lo que más preocupa a las aseguradoras es el fraude organizado, en el que intervienen bandas especializadas, que pueden contar con la colaboración de talleres de reparación, peritos, médicos o abogados.