Banca

El Estado seguirá como accionista tras la fusión de Bankia y CaixaBank

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha defendido la fusión de Bankia y CaixaBank como "la más conveniente" entre las opciones posibles. Ha confirmado que el Estado seguirá participando en el nuevo banco, sin vender las acciones.

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha asegurado que la fusión de Bankia con CaixaBank era la mejor opción, "la más conveniente", frente a otras alternativas que se pudieran plantear para recuperar las ayudas públicas. Durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso, Calviño ha recordado que el Estado "arrastra" casi el 62 % de Bankia tras un rescate de unos 24.000 millones y la matriz de la entidad, participada íntegramente por el Estado, ha recuperado 3.304 millones entre la venta de acciones y el reparto de dividendos.

Ha defendido que la idea del Gobierno siempre ha sido obtener el máximo retorno de las ayudas públicas y la fusión de Bankia con CaixaBank, en la que el Estado, a través del FROB, tendrá una participación del 16,1 %, ayudaría a lograr ese objetivo. Aun así Calviño ha querido aclarar que el FROB no tiene la intención de salir del accionariado de CaixaBank de forma inmediata, ya que la operación generará un valor para los accionistas cercano al 40 %, en línea con la subida de Bankia en Bolsa desde entonces. La vicepresidenta del Gobierno ha añadido que la entidad combinada tendrá una beneficio por acción en 2023 casi un 70 % superior al que obtendría Bankia por sí sola.

La mejor opción

La fusión con CaixaBank, ha insistido, es la que más valor genera para los accionistas, "la más conveniente", frente a otras opciones como la compra de una entidad menor por parte de Bankia o la posibilidad de que fuera comprada por otro banco más grande e incluso por una entidad extranjera. Calviño ha destacado el encaje de negocio de las dos entidades, la fortaleza de liquidez y solvencia, o la mayor diversificación y las sinergias que se obtendrían y que se cifran en unos 1.000 millones, 700 millones vía ahorro de costes y el resto por los mayores ingresos. Y antes de que los diputados tomaran la palabra para mostrar su preocupación por el efecto sobre el empleo de la fusión o sobre los consumidores por la mayor concentración, la ministra ya se había adelantado al señalar que el grupo tendrá un reparto regional "equilibrado".

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