TRIPLICA EL DATO DE LA MEDIA DE LOS PAÍSES MIEMBROS DE LA OCDE
España es el país miembro de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con mayor tasa de desempleo: más de un 25% de acuerdo con los últimos datos del INE. La cifra sitúa a nuestro país diez puntos por encima del segundo peor situado, Italia, donde los parados alcanzan ya el 15,9% de la población activa.
5.778.100 personas se encuentran en España en situación de desempleo, y han elevado la tasa de paro hasta triplicar la media de la organización, que consta de un total de 34 países miembros, cuya media se sitúa en el 7,9%.
Las diferencias entre los países con mejores y peores datos de desempleo son muy elevadas dentro del conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con mínimos para Japón (4.5%), Austria (4.5%), Australia (5.1%), Luxemburgo (5.2%), Holanda (5.3%) o Alemania (5.5%).
Los países con un porcentaje más alto de desempleados, además de España y Portugal, son Irlanda (15%) y Eslovaquia (14.2%).
El conjunto de la Unión Europea se ha situado casi tres puntos por encima deel desempleo medio de los países de la OCDE, con una tasa del 10.5%, mientras que en la zona euro el dato ha alcanzado el 11.4%. Sin embargo, España duplica la ya de por sí preocupante cifra.
Hace unos meses, el organismo ya advirtió de que el dato español empeoraría hasta el 25,3% en 2013, ocho décimas por encima de su propia previsión del 24,5% para este ejercicio.
La organización, dirigida por el mexicano Angel Gurría, expresaba su especial preocupación por los "persistentes niveles de elevado desempleo entre los jóvenes", que en países como España o Grecia se sitúan en torno al 50%, frente al 16% registrado para el conjunto de la OCDE.
El último dato recogido en la EPA es levemente optimista al respecto: la tasa de paro entre los menores de 25 años ha descendido en el tercer trimestre 0,94 puntos, hasta el 52,34 %.
El informe de la institución subrayaba la importancia de que los gobiernos diseñen políticas laborales adecuadas que puedan minimizar los costes a largo plazo del elevado desempleo y poner los cimientos de una vuelta sostenible a elevadas tasas de ocupación.