OCDE
El informe de la OCDE prevé que el empleo no se recuperará hasta finales de 2022. Además, matiza que la situación del desempleo estaría mucho más acentuada de no haberse recurrido a la figura de los ERTE.
Según el informe anual publicado por la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el empleo en el mundo se está recuperando poco a poco tras la pandemia de coronavirus. A pesar de que esté lejos del nivel anterior y que todavía en 2022 seguirá por debajo de la situación previa a la pandemia de Covid-19. La OCDE afirma queeste golpe al empleo habría sido peor de no recurrir a la figura de los expedientes de regulación temporal de empleo, conocidos como ERTE.
Entre los países miembros de la OCDE existen grandes diferencias, según recoge el informe 'Perspectivas de Empleo de la OCDE 2021: Navegando por la crisis y recuperación del covid-19' publicado este miércoles. En él se explica que la tasa de desempleo en el último trimestre de 2022 será 0,4 puntos superior a la que había al acabar 2019, antes de que se dejarán sentir los primeros efectos del coronavirus. La organización estima así que habrá 2,84 millones de desempleados más.
El pasado año 2020, se perdieron 22 millones de puestos de trabajo en los países miembros, y 114 millones en todo el mundo. Esto indica que el desempleo ascendió hasta el 8,8% de la población activa en el mes de abril de 2020 y al 5,3% en diciembre de 2019.
En España, casi 3,4 millones de personas estuvieron sin trabajo o suspendidas total o parcialmente de empleo a finales de abril de 2020. Actualmente las personas sujetas a ERTE son 447.800 personas. En relación a los ERTE, que tienen su último prórroga hasta el 30 de septiembre, se abre el debate de si deberían auxiliar a los sectores más necesitados, o a todos. El Ministerio de Seguridad Social ha notificado en sus últimos datos que el sector de Servicios de Comidas y Bebidas tiene a 114.174 trabajadores en ERTE y junto al de Servicios de Alojamiento que cuenta con 78.789, suman el 43,1% de los trabajadores que se encuentran en esta situación actualmente.
España es el cuarto país con mayor paro de los países miembro
En la sección de este informe en la que se habla de España, se señala que "de cara al futuro, el soporte [los ERTE] debería de mantenerse en sectores en que la actividad se mantiene restringida, pero debería ser más selectivo hacia empleos en sectores con potencial para reanudarse”.
Los cálculos que se indican en el informe detallan que los distintos programas de mantenimiento del empleo que desplegaron durante los momentos más duros de la crisis los países de la OCDE ―Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza, Turquía, Japón, Finlandia, Australia, Nueva Zelanda, México, República Checa, Corea, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Chile, Israel, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Colombia― dieron soporte “a unos 60 millones de empleos”. Y según estas estimaciones, permitieron salvar 21 millones de puestos de trabajo.
En España, los ERTE supusieron para el mercado laboral una impacto que alcanzó al 20% de los empleos, y gracias a la finalización de las restricciones y al gran avance de la vacunación, se redujo hasta el 6% a principios de este 2021. Además, se estima que nuestro país permanecerá 0,6% puntos encima del nivel precrisis, -14,2%- todavía a finales del próximo año 2022. Esta proyección está en la misma línea que la del Banco de España, donde sitúa la tasa de paro en 14,7% en 2022.
España es uno de los países que ha registrado mayores tasas de paro, ya que la tasa nacional duplica la media de la OCDE situándose en el 7,3%. España es el cuarto país con mayor paro, teniendo detrás a Costa Rica (19,7%), Grecia (16,5%) y Colombia (16,4%).
Los jóvenes continuando siendo los más afectados
La crisis del covid-19 ha dejado grandes damnificados, y por lo general, estos suelen ser los habituales perdedores en el sistema, los jóvenes y los trabajadores menos cualificados. La OCDE estima que el desempleo juvenil subió hasta un 42% en los cuatro primeros meses de la pandemia de coronavirus, un crecimiento que ha sido tres veces superior al de los trabajadores de más de 25 años. Esta destrucción de empleo juvenil ha hecho que España cerrar el año pasado como el segundo país del grupo con mayor tasa de desempleo en la población entre 16 y 25 años (38,3%), solo superado por Costa Rica (41,9%).
La tasa de temporalidad en este grupo de edad es la mayor de toda la OCDE, y en España, 2 de cada 3 jóvenes de entre 16 y 24 años (66,4%) que trabaja por cuenta ajena tiene un contrato temporal, seguida por los 7,5 puntos de Italia, segundo país con mayor temporalidad. La temporalidad entre los jóvenes triplica a la de los trabajadores en general, con una tasa del 24,1%.